Marcelino García es un hombre de fuertes convicciones. Su método y su ideal futbolístico, en el que confía ilimitadamente si los jugadores le responden, no atiende a críticas ni presiones. Y ayer, en la previa del trascendente duelo de hoy ante el Éibar en La Romareda, volvió a dar muestras de su personalidad.

"Vamos a intentar un juego lo suficientemente bueno para, al menos, ganar. Pero lo del juego bonito no es algo que ahora me preocupe. Quiero tener un equipo competitivo y eficaz. Y si, después, puede llegar la brillantez, mejor. Pero primero vamos a intentar ganar", advirtió el técnico.

Marcelino no es permeable ni un milímetro a poluciones externas."¿Fútbol de otra galaxia? Este es un partido donde tenemos la obligación de ganar porque tenemos la misión de meternos otra vez entre los tres primeros. Y como llevamos tres partidos sin conocer la victoria, esta vez no cabe otra que vencer. El fútbol que hagamos va siempre dentro de lo que es la categoría", insistió.

El asturiano lanzó un mensaje optimista respecto del ánimo y la aplicación con la que afronta el envite la plantilla zaragocista. "El equipo está bien. Veo fluidez, ilusión, movilidad, seguridad… He visto esta semana un equipo ágil, de pensamiento fácil. Lo complicado es llevarlo a la práctica en un partido, pero espero hacerlo", apuntó Marcelino.

El preparador blanquillo mostró su confianza en que el Zaragoza pueda jugar hoy mucho minutos como lo hizo en la última media hora ante el Nástic el sábado pasado, pese a que faltó el gol. "Lo de Tarragona nos sirve para saber cuál es el punto de partida de nuestro juego. Hay ya una idea clara en el grupo. Pero, eso sí, no creo que a corto plazo podamos hacer partidos mucho mejores que el que hicimos en Tarragona, donde solo nos faltó acertar arriba. Si jugamos como en Tarragona los próximos 5 partidos, estoy seguro que sacaremos más de 12 puntos", vaticinó optimista.

Los peligros del Éibar

Marcelino habló sin tapujos sobre el tipo de partido que espera hoy después de analizar al detalle las características del rival vasco.

"El Éibar es un equipo diferente. No es el que yo conocía hace unas temporadas cuando estuve en Segunda División, que era de balón largo, de disputa permanente. Ahora es un equipo organizado, que juega en muy pocos metros y que, con el balón en posesión, le gusta jugarlo. Se mueven bien al espacio, con un repliegue rápido. Contra la Real Sociedad hace 15 días, empataron a cero en Anoeta y tiraron dos veces a los palos", describió.

García Toral, es evidente, no espera ningún tipo de facilidades enfrente. Al contrario, si el partido acabara resultando sencillo, a él le sorprendería gratamente. Por ello, ha mentalizado a sus jugadores para la disputa de un partido largo y lleno de laberintos. "Si el partido se traba, si no encontramos espacios, si no tenemos el día acertado, la inseguridad aparecerá enseguida. Pero no creo que vayamos a pasar por ella. Espero que no sea así. Hemos de ganar por nosotros mismos y el rival nos ha de dar igual. Sea quien sea y se llame como se llame", anunció.

Hoy sería un día magnífico para cuajar un inició de partido tan voraz y contundente como se consumaron al inicio de la liga ante la Real Sociedad, el Elche o el Alavés, a los que se les iba ganando 2-0 en los primeros minutos (con diferente suerte de partidos a posteriori). "Si lograsemos adelantarnos 2-0 como hicimos varias veces a principio de temporada, esta vez sería fundamental. Estoy seguro de que ahora, el pos 2-0, sería muy distinto al de entonces", presumió Marcelino aludiendo a que la Real acabó remontando la ventaja y robó dos puntos al Zaragoza; el Elche ya no encajó ningún tanto más porque los zaragocistas tiraron a la basura tres cuartas partes del choque; y el Alavés estuvo a punto de remontar como la Real y costó sangre sacar adelante los tres puntos.

Gabi, Caffa y Arizmendi

Marcelino atendió también a cuestiones relativas con varios nombres propios del vestuario. Sobre Gabi, la nueva esperanza del medio campo una vez superada su enésima lesión muscular, dejó dudas en el aire. "Gabi está mejor. Pero lo que no podemos hacer es correr excesivos riesgos. Hay que valorar si es el momento adecuado de que juegue de inicio o, por el contrario, es aconsejable esperar más. 90 minutos son muchos para que los juegue. No sé si lo pondremos de principio o no".

Y la disyuntiva entre Caffa y Arizmendi también tuvo su momento de opinión en voz alta. "Caffa o Arizmendi. Esa duda también la tengo yo. El tiempo y las experiencias nos harán salir de la duda. Como se suele criticar todo al entrenador por parte de algunos, antes se decía que era una injusticia que Caffa no jugara de inicio. Y el torpe del entrenador no lo ponía. Y tres o cuatro semanas después, resulta que Caffa es un revulsivo. Todo es así últimamente. Caffa es un futbolista con muy buenas condiciones y Arizmendi igual, pero con falta de confianza. Tengo que valorarlo", concluyó.