HALTEROFILIA

Jóvenes con mucho peso

Pedro Sánchez, Julen Tejero, Luis Bellido, Alberto Andrés y Javier Navarro ponen nombre al equipo de tecnificación de la Federación Aragonesa, que bebe de la sabiduría de su maestro, Daniel Tejero, historia de la halterofilia nacional.

De izquierda a derecha, Javier Navarro, Pedro Sánchez, Julen Tejero, Luis Bellido y Alberto Andrés, en el gimnasio del CN Helios.
Jóvenes con mucho peso
ARáNZAZU NAVARRO

Daniel Tejero empezó su carrera deportiva a través de una captación de talentos que programó un grande de la halterofilia en Aragón, Ignacio Almau, en el colegio público La Jota. Atraído por el imán de una especialidad que agigantó su nombre hasta convertirlo en histórico, el actual presidente de la Federación Aragonesa prolonga su sabiduría con un grupo de jóvenes con mucho peso en esta modalidad. «El trabajo de tecnificación de la Territorial se alimenta con la ilusión y el gusto que da ver que hay una base para que salgan figuras en un deporte tan técnico y especial como es la halterofilia. Lo importante es que en todas las etapas de promoción tenemos líderes y hay futuro», explica Tejero. La plasmación de esta labor se personifica en Pedro Sánchez, Julen Tejero, Luis Bellido, Alberto Andrés y Javier Navarro, que ya brillan en el arte de levantar pesas. Así lo demostraron recientemente en la Jornada Nacional Técnica que se celebró en las instalaciones del Consejo Superior de Deportes de Madrid.


Pedro Sánchez tiene alma de jotero y cuerpo de campeón. "Quiero llegar hasta la cima", contesta sin dudar. El maestro Pedro Morales le instruye en la disciplina del canto, a la que se entrega con devoción y que le ha catapultado al podio. Y otro catedrático en la materia le alecciona en el aprendizaje de los movimientos olímpicos, tanto en arrancada como en dos tiempos. «Lo que más me cuesta es mantener la altura de los codos al levantar las pesas», resopla Pedro, el más joven del equipo, con 9 años. En Madrid, Pedro se colgó la medalla de plata es su debut en una cita de caché. «En dos años su progresión ha sido muy buena porque ha asimilado el trabajo específico en edad escolar de coordinación, flexibilidad, rapidez de movimientos...», detalla Tejero.


A su lado, Alberto Andrés y Javier Navarro se elevan como dos torres. Son los amos en la categoría sub-17, fuertes como robles, han batido todas las plusmarcas regionales de arrancada, dos tiempos y total olímpico. ¿La clave del éxito? «Constancia», resume Alberto, que descubrió a Tejero y a la halterofilia por casualidad. «Quería hacer un deporte y un día llegó a mis manos un folleto del Centro Natación Helios y de su gimnasio. Empecé, pero me aburría. A los pocos meses volví a coincidir con Dani en la calle y me dijo: "Volverás". Y aquí estoy. Ha sido la mejor decisión que he tomado», resalta Alberto, elegido por su federación como el mejor deportista de 2010. Su amigo Javier asiente con la cabeza: «La halterofilia es el deporte por excelencia para desarrollar cualquier parte del cuerpo. No es una demostración de músculo porque hay que aprender técnica, y explotar la agilidad y la destreza. Además requiere mucha concentración y ayuda en la formación de las personas. Hay que huir de tabúes. Los cambios son significativos y para bien», razona Javier Navarro con un discurso de adulto. Los 'mayores' apuntan lejos: «Ir a la Residencia Blume, ser campeones de España, unos Juegos Olímpicos...».


El sueño de todo deportista. Como el de su guía en el CN Helios, santuario de la halterofilia de Aragón junto con el gimnasio San Valero. Una lesión apartó a Daniel Tejero de la gloría olímpica en Seúl 88. «Qué mayor satisfacción supondría ver a alguno de estos chicos llegando tan lejos», suspira el profesor. La mirada, sin querer, se detiene en Julen, 10 años, su viva imagen. De tal palo, tal astilla. «La halterofilia la lleva en los genes. Su madre (Nekane Martínez) hacía arrancadas cuanto lo tenía en su tripa». Un fenómeno el crío, también apasionado del fútbol. «Claro que me gustaría llegar un día a ser como mi padre. Pero poco a poco, hay que aprender mucho. Este deporte es un poco exigente, pero si estás mentalizado no es tan duro», contesta con soltura, como la que demostró en Madrid para subir la barra a lo más alto del podio de categoría alevín por segundo año consecutivo. «Si los chicos y chicas vieran lo que hacemos seguro que se animaban a practicar este deporte: te sientes muy seguro y te ayuda a relajarte», resalta Luis Bellido, de 12 años, que en su segunda presencia en el torneo ha dado un salto de calidad enorme: de decimocuarto a rozar el premio en categoría infantil (4º).