Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

REAL ZARAGOZA

Edmilson y Sinama entran en el teórico equipo titular

El entrenador mexicano recupera a Contini y volverá a emplear un 4-1-4-1 como planteamiento para tratar de vencer al Osasuna.

Aguirre da instrucciones a los jugadores
Edmilson y Sinama entran en el teórico equipo titular
ESTHER CASAS

El centrocampista brasileño Jose Edmilson y el delantero francés Florent Sinama Pongolle fueron devueltos por el entrenador del Real Zaragoza, Javier Aguirre, en la antepenúltima sesión de entrenamiento al teórico equipo titular que se enfrentará el próximo al Osasuna en el estadio Reyno de Navarra.


Aguirre mostró una teórica alineación en la primera sesión de trabajo de la semana en las instalaciones de la Ciudad Deportiva y en la siguiente, al igual que hizo la semana anterior, realizó algunos cambios que al final fueron los que presentó en aquella ocasión ante el Real Madrid.


Lo más curioso es que en la sesión de ayer miércoles 'El Vasco' dejó fuera de esa teórica titularidad a Edmilson y Sinama Pongolle, que ante los madridistas protagonizaron una actuación que fue muy criticada por los seguidores zaragocistas cuando fueron sustituidos.


En lo que no parece albergar ninguna duda es en el planteamiento (4-1-4-1) que realizará para intentar derrotar al conjunto navarro en el que propondría una línea de cuatro defensas, un pivote defensivo, otra línea de cuatro centrocampistas, con los dos jugadores que actuarían por las bandas apoyando a un solitario hombre en ataque.


La primera hora de trabajo volvió a centrarse, al igual que el día anterior, en la línea de defensa, en la mejor manera posible de hacer frente a los balones aéreos por sus cinco defensores y los dos centrocampistas, en este caso Ánder Herrera y Leo Ponzio, mientras que los atacantes y los hombres de banda remataban a portería.


Posteriormente se disputó un partido con el teórico once inicial con Leo Franco; Diogo, Jarosik, Contini, Paredes; Edmilson; Lafita, Ánder Herrera, Ponzio, Bertolo; y Sinama Pongolle, en el que lo más llamativo fue las escasas ocasiones que crearon frente a la portería rival, así como los incontables problemas que tenían para darle salida al balón y poder deshacerse de la presión que ejercían sus compañeros.