Blog - Tinta de Hemeroteca

por Mariano García

REAL ZARAGOZA

¡Hola, don Javier!

El mexicano Aguirre se estrena esta tarde (18,00) en el banquillo de La Romareda. El Real Zaragoza, colista de Primera, se obliga a ganar ante un poderoso Villarreal.

Javier Aguirre da indicaciones a sus jugadores durante un entrenamiento.
¡Hola, don Javier!
OLIVER DUCH

El fútbol saluda de nuevo a La Romareda. Esta tarde (18.00, GolT y C+Liga), el Real Zaragoza se encara con el Villarreal, en otro duelo comprometido para la formación blanquilla. Como lo había sido el de hace dos semanas, con el Sevilla. Aparentemente, poco ha cambiado en el cuadro local desde entonces: sigue colista, con un punto más -el cosechado en Getafe- y con una formación de empaque muy parecido. Y, sin embargo, nada debe ser igual -o, al menos, es lo que se pretende-: toma el mando Javier Aguirre, que hoy se estrena en casa, ante los suyos.


La Romareda se vuelve a esa butaca de esperanza en la que se sienta el mexicano Javier Aguirre. El técnico ha apretado el trabajo para intentar darle forma a ese equipo que pretende que salga de los puestos de descenso; aunque tampoco ha tenido mucho tiempo.


El lunes pasado tuvo la oportunidad de conocer de primera mano la materia prima con la que cuenta para afrontar el reto de la permanencia. Y, al margen de otras consideraciones, ya explicó Aguirre que queda un largo camino de trabajo por recorrer.


El 'vasco' es la gran novedad de un encuentro que tiene perfiles atractivos y otros notables alicientes. Sin ir más lejos, las necesidades de un Real Zaragoza anclado en los infiernos de la clasificación. Es natural, pues, que el primer reto sea lograr una victoria que allanaría el terreno hacia la salvación.


El objetivo no es menor: la formación blanquilla recibe a un Villarreal que es tercero, a estela de los reyes de la Liga -Madrid y Barcelona- y con sólidos argumentos futbolísticos de los que se nutre en la escuela del recién renovado Juan Carlos Garrido.


Pero ni siquiera la entidad del rival puede apartar al conjunto aragonés del objetivo único de la victoria. Porque tal y como están las cosas, ganar es cuestión casi imprescindible. Ganar, no importa a quién.


Javier Aguirre ya tiene su composición de lugar para el envite de esta tarde. Mantendrá en la puerta a Leo Franco, que es uno de los cambios que hizo recién llegado. En la línea de retaguardia conviven Jarosik y Contini, los dos centrales, con Diogo, que vuelve a la derecha, y Paredes. El asturiano ha dado un salto monumental con la llegada del nuevo entrenador: el lunes entró en el equipo por primera vez tras la lesión de Obradovic y hoy será titular, también por primera vez. Nueva vida la de Paredes.


El equipo ha ensayado con el doble pivote. Compartirían demarcación el brasileño Edmilson -un campeón del mundo a quien Aguirre entrega galones y liderazgo- y el capitán Gabi. En los flancos, dos hombres específicos de banda, Bertolo y Lafita.


Aguirre ya anunció que Ander Herrera, que hoy será sometido a la última prueba, no será titular en el caso de que entre en la convocatoria. El mexicano podría darle minutos en función del desarrollo del juego siempre y cuando, finalmente, se incorpore a la lista de convocados.


La resolución, el gol, es otra inquietud del nuevo técnico. Según lo observado a lo largo de la semana, Braulio acompañará a Sinama-Pongolle en la vanguardia blanquilla. Otra opción sería darle un puesto de enganche a Jorge López.


En realidad, como el Zaragoza no ofrece demasiadas alternativas, no está para muchos cambios. Un lavado de cara y poco más. Al menos, de cara al exterior.


Es verdad que el empeño de Aguirre es, por encima de todo, trabajar el espíritu, labrar el alma de la escuadra. El esfuerzo del motivador técnico mexicano es darle confianza a un equipo con muy serias dudas por culpa de la dinámica derrotista. Su labor comenzó el lunes, ante el Getafe. Y avanza un peldaño más en el duelo de esta tarde con el Villarreal.


Llega el cuadro castellonense a La Romareda con las bajas de los internacionales Borja Valero y Joan Capdevila. Son hombres de peso en el esquema táctico de Garrido, pero a los que se ofrece alternativas de garantías, con Oriol y Marcos Senna.


La ambición del Villarreal es mantenerse en la estela de los grandes. Para ello, debe enmendarse tras la derrota en el Camp Nou ante el Barcelona y el empate de la última jornada ante el Valencia. Un punto de seis, aunque sea ante rivales directos, parece un bagaje tibio para una formación con aspiraciones de 'Champions'. Así que no es viaje de visita.


La obligación del equipo blanquillo es centrarse en sacar adelante el partido. Volverá a ser fundamental el apoyo de una afición de comportamiento ejemplar en este tiempo oscuro y convulso. En medio del desconcierto general, los seguidores contribuyen a señalar dónde está el norte: por encima de todo, el amor al Real Zaragoza.