Ferrán Corominas y Luis García son dos de los pilares ofensivos del Espanyol. El catalán se ha especializado en convertir goles trascendentales y el asturiano se ha consolidado en las convocatorias de la selección. Ambos recuerdan la final de Copa del Rey de 2006 ante el Real Zaragoza, en la que aportaron tres de los cuatro tantos que dieron el título al conjunto blanquiazul.

"Enfrentarme al Real Zaragoza me trae muchos recuerdos, todos felices. La final de la Copa fue muy especial porque era mi primer título y eso no se olvida. Además, tuve la fortuna de marcar dos goles. Pero aquello es el pasado y lo que ahora realmente me importa son los tres puntos del domingo", explica Luis García.

Más locuaz se muestra Coro, que también devoró una ración de gloria en la velada del Santiago Bernabéu. Aunque el domingo no estará ante el Zaragoza, lesionado en el recto anterior de la pierna izquierda: "Fue una final mágica en todos los sentidos. Se me quedaron grabadas muchísimas imágenes. Recuerdo el gran ambiente desde que salimos del hotel camino del estadio. En el autobús no parábamos de animarnos, de convencernos de que íbamos a ganar. Le teníamos mucho respeto al Zaragoza pero no se nos podía escapar aquella oportunidad".

Apenas han transcurrido dos años desde aquella infausta final para el zaragocismo, un tiempo que se ha vivido de forma muy diferente en los dos contendientes. La fisonomía del Espanyol se mantiene con escasos retoques. Ocho de los once titulares en la cita copera continúan en la plantilla perica. En el Zaragoza solo siguen cinco, siendo la línea defensiva la más renovada: Leo Ponzio, Álvaro Maior, Gaby Milito y Delio Toledo.

"El Espanyol ha fomentado el grupo y ha dado muy buenos resultados. La temporada pasada llegamos a la final de la Copa de la UEFA y en la presente comenzamos muy bien pero la segunda vuelta no ha sido muy positiva. A pesar de ello, no estamos lejos de las plazas europeas y lucharemos hasta la última jornada, comenzando por el partido contra el Zaragoza. Necesitamos la victoria para dar una alegría a nuestros aficionados y para aumentar la autoestima", apunta Luis García. Ante el apagón realizador sufrido por Raúl Tamudo desde enero, el internacional ovetense se ha erigido como el valor españolista más fiable, una de las escasas luces en un equipo que conjuga con excesiva asiduidad el verbo perder. La meta de la inminente Eurocopa alimenta su ambición.

La situación crítica que padece el Zaragoza no les hace caer en un exceso de confianza. Saben que el domingo se desencadenará una ardua batalla en Montjuic. Coro dispara: "Desde la lejanía, lo que le ha sucedido al Zaragoza resulta incomprensible. Es una plantilla con mucha calidad pero en el fútbol no existe la lógica. Ese talento tiene que salir y estamos preparados para contrarrestarlo. Para ellos es un partido fundamental para evitar el descenso pero para nosotros también tiene una importancia tremenda. Atravesamos una mala racha que detuvimos en el Camp Nou. Ahora queremos confirmar la mejoría ante nuestros aficionados".

Remata la conversación Luis García: "El Zaragoza es un buen equipo y puede ganar a cualquiera. Debemos jugar con los nervios y la tensión que les genera su mala clasificación. Son futbolistas que no están acostumbrados a estar tan abajo y no es fácil salir de ahí".