Tras el cierre del mercado de fichajes y después del mazazo que ha supuesto para el equipo la suspensión de Rafel Sastre por cuatro partidos, el Huesca creyó conveniente que el hombre más adecuado para comparecer ante los medios ayer era Luis Helguera, uno de los capitanes y figura de notable ascendencia sobre el vestuario. El cántabro siempre pone poso en el discurso. Tiene facilidad para relativizarlo todo y para proyectar el carácter guerrero de un Huesca que ya está pensando en la forma de vencer al Alcorcón.

Pesa en el ánimo del aficionado la derrota en el estreno contra un recién ascendido como el Sabadell; seguramente porque el Huesca levanta cada año más expectativas merced a la consolidación de su proyecto en Segunda. La sesión de trabajo de ayer comenzó con el vídeo como protagonista. "Hemos repasado errores para corregirlos, aunque también hemos visto las cosas que hicimos bien, que no fueron pocas", comentó Helguera. Dice el centrocampista azulgrana que los fallos observados en la Nova Creu Alta son "remediables". Porque saber "dónde se ha fallado" es el punto de partida para crecer.

Con solo un encuentro jugado es absurdo encender ningún tipo de alarma, como lo sería hablar de objetivos muy ambiciosos si se hubiera ganado. Por eso Helguera traslada la sensación de "enorme" tranquilidad con la que "se trabaja en este club". Es más, lo considera una "ventaja" con respecto a otros escenarios donde a las primeras de cambio el barco declara su zozobra. "No tenemos obsesiones ni siquiera preocupaciones. ¿Cómo las vamos a tener si solo se ha jugado un partido de una Liga tan larga?", reflexionó en voz alta.

Después de tres temporadas en Segunda y con tanto callo acumulado en su vasta trayectoria, Helguera conoce bien el terreno que pisa y por eso describe las cosas con gran facilidad. "El Huesca es un poco diesel. Estamos ahí, hacemos nuestro trabajo hasta el final, damos guerra, somos molestos? por eso casi nunca perdemos o ganamos por tres a cero".

La visita del Alcorcón va a suponer la presentación en sociedad y en encuentro oficial del cuarto proyecto en la categoría de plata. "Con muchos jugadores nuevos llega nuestro debut en casa", apunta Helguera, que de las filas rivales destaca "al delantero centro -Quini-, las bandas tan rápidas que tienen, la solidez general del equipo y el hecho de tener bien claro a lo que juegan".

El balón parado será de nuevo protagonista, porque el centrocampista reconoce que "aunque nos costó la derrota el otro día, también es un arma que sabemos explotar, como intentaremos demostrar contra el Alcorcón".

En el aspecto individual, Royo ha incrustado a Helguera entre la defensa y el centro del campo, sabedor de su habilidad para leer líneas de pase, robar balones y, en definitiva, contener. Quizá la pérdida de velocidad en un futbolista de larguísimo palmarés y 35 años sobre los hombros haya influido también en esa ubicación. "Alguna vez ya jugué en esa posición el año pasado. También lo he hecho en otros equipos y estoy acostumbrado. De momento se ha optado por esto, pero nunca se sabe si más adelante puede haber variaciones", subrayó.