WATERPOLO

Helios toma el relevo

El conjunto se propone devolver a la ciudad a la elite nacional tras la desaparición del Pla-Za.

Huérfanos de waterpolo masculino en la elite, los amantes de este deporte dirigen su mirada a una categoría inferior, la Primera División, y a un equipo, Helios, que se presenta como "la alternativa más fiable y segura". Así lo anuncia su entrenador, Miguel Gil, director de "un grupo de románticos" que se han propuesto esta temporada recuperar el espíritu heliófilo de aquellos maravillosos años 70 en la piscina "Manuel Molinero". La junta directiva de WP Zaragoza, encabezada por José Pajares, se marchó de la peor forma, renunciando a seguir en la elite tras hundir un proyecto que hace veinte años nació en El Olivar. Helios se ha propuesto en su sexta temporada en la división de plata dar un paso más, entrar por la puerta grande en el selecto grupo que forma la División de Honor. "Vamos a jugar para intentar ascender. Ahora somos la alternativa del waterpolo aragonés en la categoría masculina. Sin embargo, esto no significa que vayamos a cambiar lo que hemos estado haciendo los años pasados: trabajar con la gente, desde la base, y crear un equipo competitivo", explica el técnico zaragozano.


La desaparición de Waterpolo Zaragoza como club (todavía queda por aclarar qué pasa con la sociedad, las licencias de los jugadores, las ayudas que se tienen que cobrar de las instituciones públicas...) dejó huérfanos de equipo a una plantilla que se tuvo que buscar su futuro. Una circunstancia que ha propiciado el regreso a las filas heliófilas de uno de sus canteranos más preciados, Fernando Mongrell, y del portero David Villarte. Aunque el refuerzo que marcará la diferencia es el atacante Ramón Garriga. El catalán ha cambiado de piscina con la ilusión de "empezar una nueva etapa". Sin embargo, no puede evitar sentir un amargo dolor por la forma en que terminó su travesía por la máxima categoría con WP Zaragoza: "El problema es que no se tomaron en serio el proyecto, el equipo, ni respetaron el esfuerzo de toda la gente que trabajó desde hace muchos años en El Olivar para lograr el ascenso. En cuatro años hundieron las ilusiones", resume el nuevo rostro heliófilo.


Miguel Gil, al que le acompaña en el banquillo su inseparable David Fernández, maneja una plantilla de 25 jugadores que iniciaron la pretemporada la semana pasada. En el bloque sobresale la enorme figura (y también enorme como persona) de Ramsés Juravle, un "maño-cubano" de poderosa zurda que se pone a punto para ayudar a sus "muyayos" en el agua cuando arranque la campaña, el próximo 11 de octubre ante La Latina. También se ha unido a los entrenamientos un referente del waterpolo aragonés, el eterno capitán de El Olivar, Nacho Fernández (¿volverá a lucir el número 8 en el gorro tras un año de secano?), además de José Luis López (Stadium Casablanca).


El preparador físico Daniel Tejero es el encargado de ponerles en forma, y para recuperar los doloridos músculos, Soledad Posteguillo. Un equipo que se completa con Paco Gil, encargado de las categorías inferiores, y Álvaro García, de los niños de la Escuela que alimenta al CN Helios. Un club y un equipo con una única exigencia: "La que nos pongamos nosotros, devolver a Helios a lo más alto". Palabra de Miguel Gil.