FÓRMULA 1

Hamilton aprovecha el fiasco de Brawn y logra la 'pole' en Singapur

El británico logró la ¿pole¿ en el circuito nocturno de Singapur

Hamilton sale de boxes
Hamilton aprovecha el fiasco de Brawn y logra la 'pole' en Singapur
REUTERS

El fiasco de los Brawn GP de Jenson Button y Rubens Barrichello lo aprovechó ayer el británico Lewis Hamilton, que logró con su McLaren-Mercedes la ‘pole position’ para el Gran Premio de Fórmula 1 de Singapur (14 horas, laSexta).

 

Los Brawn alimentaron la esperanza en la escudería Red Bull de seguir peleando por el título, ya que Vettel partirá segundo, por detrás de Hamilton y por delante de otro alemán, Nico Rosberg (Williams). La última tanda clasificatoria terminó medio minuto antes por el accidente de Barrichello, lo que facilitó a Hamilton la consecución de la decimoquinta ‘pole’ de su carrera, la tercera del año y la segunda que logra de forma consecutiva.


Vettel lamentó la bandera roja porque en el momento del accidente estaba marcando su mejor vuelta rápida y podría haberle arrebatado al mejor tiempo a Hamilton. Sólo restaban veintiséis segundos, insuficientes para intentarlo de nuevo.


El líder del mundial, Jenson Button, saldrá mañana desde el puesto duodécimo. A falta de cuatro carreras, el británico lidera la clasificación con 80 puntos. 66 lleva Barrichello, su compañero de equipo. Vettel, tercero con 54, se ilusiona con la posibilidad de recortar puntos a los Brawn GP y seguir en la pelea. “Es fantástico estar de nuevo ahí. Parece que todo funciona”, dijo el alemán, obviamente mucho más satisfecho que Button. “Estoy muy decepcionado, esto hace todo mucho más difícil”, se quejó el piloto de Brawn GP. Su jefe de equipo, Ross Brawn, admitió errores de estrategia. “Un desastre”, confesó.

Alonso, quinto

El español Fernando Alonso logró con su Renault el sexto mejor tiempo, pero saldrá quinto por la sanción a Barrichello, al que le retrasaron cinco plazas en la parrilla por tener que reemplazar su caja de cambios. “Acabar entre los cinco primeros es nuestro principal objetivo”, dijo Alonso, que prevé una “carrera defensiva” en la tarde-noche de Singapur. El escenario, pues, no es excitante para su legión de seguidores. La gente quiere volver a ver ganar al asturiano. O por lo menos, que regrese a la pelea por las primeras posiciones. Se reabrirán los debates sobre su personalidad, sus declaraciones, sus modos y maneras y su estilo competitivo. De esta forma, hay aficionados que ni se han percatado que este fin de semana había carrera de Fórmula 1.


El cisma abierto en Renault ha sacudido con fuerza a este deporte, que parece haber entrado en una especie de modorra similar a la del púgil que recibe un directo en la mandíbula. Casi todo el mundo mira ya hacia 2010, en espera de que concluya esta edición en la que ni siquiera la pelea por el título tiene fuste.


El paisaje pinta de la siguiente manera. Renault recoge los restos del naufragio: no tiene publicidad, se quedará sin Alonso y ya no dirige la nave Flavio Briatore. La lucha por el campeonato se desarrolla entre un veterano de 37 años que ni siquiera tiene garantizado el volante para 2010 (Rubens Barrichello) y el tripulante que más ventaja extrajo del dichoso doble difusor, Jenson Button.


Bernie Ecclestone pone en duda que pueda haber catorce coches la próxima temporada. Ha colocado el interrogante sobre el nuevo USF1, el proyecto americano del que no se conocen ni vehículo ni pilotos ni casi nada. “Uno o dos a los que hemos concedido la licencia, podrían no salir adelante”, aseguró ayer. La inseguridad jurídica de la Fórmula 1, sometida casi siempre a impulsos personales más que a reglas claras e irrebatibles. Como era el día de los lamentos, hasta Kimi Raikkonen se atrevió a levantar la voz. El finlandés, de quien dice su presidente Luca di Montezemolo que no habla, fustigó a Ferrari por primera vez en su vida. “Es lógico que, mientras el resto de coches realiza mejoras carrera tras carrera, nosotros estamos pagando un alto precio por nuestra decisión de dejar de desarrollar el F60”, aseguró el nórdico, que ya se ve fuera de la escudería. “No tuvimos la suficiente velocidad para entrar en la Q3”, reiteró por si no se le había entendido bien.


El otro piloto español, Jaime Alguersuari, quedó eliminado en la primera tanda. En sus cinco participaciones al volante del Toro Rosso, el joven piloto catalán no ha conseguido acceder a la Q2. Sobre el trazado de Singapur, marcó el decimosexto mejor tiempo. Su objetivo: cruzar la línea de meta.