Es el hombre del momento. Quizá porque su juventud, su origen aragonés, o simplemente su fútbol defensivo, basado en la sobriedad y la eficacia, despiertan un rayo de ilusión en este año tormentoso y desolador entre las cenizas de la Segunda. Quizá porque sea uno de los ladrillos sobre los que reconstruir el futuro, un proyecto razonado o una esperanza. Quizá así lo piense también Marcelino, quien ha visto ese instante oportuno, el minuto, el segundo y la centésima precisos para abrirle la puerta, guiñarle un ojo y ponerle el peto de los importantes.

Ahora, Raúl Goni ha cogido el tren y se ha subido a la titularidad. Marcelino redobla su fe en él y en sus planes para chocar contra el Salamanca se contemplan pocas cosas que no sean un eje defensivo configurado por Ayala y Raúl Goni. Ayer ensayó con ellos hasta la extenuación. El viejo magisterio del Ratón y la incipiente práctica de Goni cogidos de la mano. Ni un momento separó Marcelino a la pareja de centrales en un ensayo que dejó más evidencias de lo habitual, donde se dosificaron en mayor medida las variaciones y los intercambios de petos. Entre otras cosas destacadas, las parejas naturales, es decir, el doble pivote, el dúo atacante, los laterales… apenas sufrieron alteraciones y siguieron una lógica simétrica.

La mañana ofreció como conclusión que el equipo se asemejará en trazos gruesos con el que empató en Alicante. Las novedades las pondrán Ayala y Ewerthon, desplazados al banquillo en el último partido a causa de sus vacaciones extraordinarias, y que el sábado volverán al once salvo giro inesperado en la libreta de Marcelino. Sin embargo, quizá otras decisiones ensayadas ayer por Marcelino cobren tanto impacto o fuerza novedosas pese a no conllevar agitación alguna en el equipo. Se tratan más bien de medidas que parecieron urgentes o eventuales hace una semana fruto de las circunstancias y que hoy son sólidas alternativas para repetir contra el Salamanca. Se hace referencia a tres nombre concretos: Zapater, que apunta a permanecer en el lateral derecho; Songo'o, candidato a repetir en banda, en este caso partiendo de inicio desde la izquierda, donde acabó contra el Albacete tras intercambiar de lado con Jorge López; y se hace referencia, sobre todo, al mencionado Goni.

Su vigencia en la alineación no se encuadra en un contexto cualquiera. Ni se avecina un partido más ni la concurrencia en la demarcación está vacía. El Zaragoza se juega el liderato, el vestuario arde en deseos de conseguirlo y ya se habla del partido más importante de los jugados hasta el momento. Por este lado gana fuerza la decisión de Marcelino de alimentar el cuentakilómetros de Goni. La competencia que puede superar el joven canterano también impide obviar el peso del movimiento de Marcelino. Con Pulido y Pavón plenamente recuperados de sendas lesiones, al técnico del Real Zaragoza le brotaba delante un intenso dilema: estirar su confianza en Goni o apostar por alguno de los miembros de la vieja guardia, Pulido, Pignol o Pavón. Finalmente, Goni parece imponerse, gracias a sus dos últimos notables partidos como titular frente a Alicante y Albacete, especialmente en este último, donde le negó dos goles sobre la raya al rival, le sirvió uno a Braulio y se desplegó con éxito como un central atento, rápido, intuitivo al corte y limpio con el balón en los pies. Otro damnificado por la titularidad de Goni será Chus, que se cae del equipo después de provocar el fatídico penalti de Albacete. Además de Goni, la alineación contendría a López Vallejo, Zapater, Ayala, Paredes, Jorge López, Generelo, Gabi, Songo'o, Ewerthon y Oliveira, de nuevo, reunidos en la delantera pese al incansable oficio de Braulio, cuyo esperado gol no parece ser suficiente.