NBA

Gasol se convierte en el primer español que jugará una final de la NBA

Un espectacular Kobe entrega el billete para el gran partido a los Lakers, que vencieron por 100-92 a los Spurs.

Los Ángeles Lakers volverán a una gran final de la NBA cuatro años después gracias a la espectacular exhibición de su líder, Kobe Bryant, autor de 39 puntos en la victoria por 100-92 ante los Spurs de San Antonio, dentro del quinto encuentro de la final en la Conferencia Oeste.

Pau Gasol, que firmó 12 puntos y 19 rebotes, se convierte en el primer jugador español que disputará la gran final de esa Liga. Por los Spurs destacaron el base francés Tony Parker, con 23 puntos, y el pívot Tim Duncan, con 19 tantos, 15 rebotes y 10 asistencias.


Gasol, asumiendo responsabilidades en ataque durante los primeros compases, no siempre con acierto, abrió el marcador hundiendo el balón tras un fallo en la entrada del serbio Radmanovic, dentro de un inicio de partido titubeante y repleto de fallos en el pase y en el tiro.


Empezaron a entonarse ambos conjuntos gracias al acierto desde el perímetro de Radmanovic, con dos triples consecutivos, y de Michael Finley, con otros dos, aunque la clave de que los de Popovich despegaran en esos instantes se debió a la superioridad interior de Duncan y Kurt Thomas, que abrieron brecha (15-25).


Para entonces ya había entrado en pista el argentino Manu Ginóbili, que aunque comenzó flojo y desacertado -una constante en casi toda la serie-, anotó otro triple para dar una ventaja de 13 a los Spurs (15-28) al final del primer cuarto.

Malos momentos


Volvían a pintar las cosas negras para los angelinos (29 por ciento de acierto en el lanzamiento, por un 63 por ciento de su rival), casi tanto como en el primer encuentro de la serie, cuando llegaron a ir perdiendo por 20 en el tercer cuarto (45-65).


La diferencia llegó a ser de 17 (16-33) tras un triple de Brent Barry y con las estrellas de ambos equipos en el banquillo.


Pasaban los minutos y los Spurs seguían lejos (30-44, m.21). La razón: los de casa no encontraban posiciones cómodas de tiro para Bryant, el único jugador que podía llevar a la remontada a unos Lakers fallones y faltos del liderazgo que podrían esperar de Lamar Odom o Fisher.

Duncan y Bryant


Precisamente esa pareja fue la encargada de reducir a seis el déficit (40-46) tras dos jugadas de gran mérito que devolvieron la emoción al encuentro para encarar la segunda mitad, que comenzó con una escena clásica: Duncan y Bryant tomaban el mando. Algo imprescindible en el caso de los de Phil Jackson.


La torre de los Spurs hacía lo que quería. Anotaba, reboteaba, asistía a sus compañeros y arrancaba numerosas personales a sus defensores, aunque mantuvo la losa que lleva arrastrando en la serie desde los tiros libres (5/10).


Sin embargo, tener enfrente al mejor jugador de la temporada regular no permite relajamiento alguno. Bryant absorbió la ofensiva de los Lakers y de su mano lograron la segunda ventaja para los angelinos en el partido (61-60). Algo había cambiado: la defensa local se había convertido en muro infranqueable para unos Spurs que acusaron su dependencia de Duncan en ataque.


Se llegó al último cuarto con un guión conocido: Bryant ejerciendo de líder absoluto, Duncan arrasando en la pintura, una versión menor de Ginóbili y buenos minutos de los secundarios angelinos.


El 24 de los de púrpura y oro arrancó el último periodo con un triple inmaculado que dio paso a un tira y afloja constante. Minutos de oro puro entre dos colosos. Espléndidos Bryant y Parker, pero fue Sasha Vujacic, casi inédito hasta entonces, quien dio siete de ventaja a los suyos (79-72) tras un triple desde la esquina derecha.


Aunque los del Álamo llegaron a ponerse a dos (83-81), Bryant decidió sacar el fusil, impregnarlo de magia y finiquitar el asunto.


El MVP había hablado: exigía a gritos la final y se la entregó a los Lakers en bandeja de plata, tras firmar una exhibición sólo al alcance de los elegidos.