FINAL DEL PARTIDO

REAL ZARAGOZA 1LEVANTE 0

En medio del conflicto de los impagos a la plantilla, los problemas de liquidez y la inexistencia de refuerzos, el Real Zaragoza se mide al Levante en un partido de categoría vital por la salvación. Ponzio, Contini y Bertolo vuelven al once de Aguirre

Gabi celebra el gol.
REAL ZARAGOZA 1 LEVANTE 0
EFE

Durante la semana, el volcán ha escupido lava por diferentes cráteres: los impagos a la plantilla, el conato de revuelta interna, los volantazos de Agapito en el mercado, su hambrienta búsqueda de liquidez? El zarandeo a la vida del Real Zaragoza ha sido tan ruidoso como poco recomendable con el equipo herido de muerte y con un rival al fondo de la semana que convierte el partido de hoy (18.00/PPV) en una nueva ruleta rusa. Aparece el Levante entre el polvo levantado por la semana vestido de adversario directo en la huida del descenso. Es otro pulso vital dentro de un mes de apariencia definitiva, y el Zaragoza lo afronta con la necesidad, en todos los sentidos, abierta hace una semana por el trasquilón de Cornellá. Aquella derrota descubrió un equipo de comportamiento injustificable y Aguirre no quiere reincidencias. Ha vuelto a encerrar en la Ciudad Deportiva a la plantilla casi toda la semana y eso siempre transmite excepcionalidad. Es signo de que algo se escapa de la normalidad. El técnico mexicano confía en que el caso de los impagos no ate las piernas a los futbolistas. Hoy se verá. Si hay algo sensible ante las deudas amontonadas y los cobros pendientes en casos de emergencia deportiva eso es un vestuario.

Tanto el equipo como Agapito Iglesias se temen una temperatura incandescente en la grada, al borde de la desesperación y el hartazgo. Los sucesos de los últimos días construyen un contexto sulfúrico del partido. Una victoria evitaría tempestades en el pueblo y, lo principal, asomaría al Zaragoza a la vida. Si vence, y no hacen lo mismo y a la vez Sporting (recibe al Hércules) y Almería (va al Bernabéu), el equipo saldrá del descenso. ¿Misterioso, verdad? Sería el mejor estabilizador deportivo y el más oportuno silenciador de ánimos


El Levante compone ese tipo de rival -de los pocos de Primera- contra el que el Zaragoza puede competir. Es su Liga, un equipo frente al que sí puede alcanzarle el nivel. El patrón es la victoria frente a la Real Sociedad. Aquel día se amasó la pelota y destapó un Zaragoza inédito en los usos de la posesión. Esa es la referencia válida.


Contra el Levante, el cuerpo del equipo de Aguirre no diferirá en esencia de sus últimas versiones. Apoyado en un núcleo más o menos estable de futbolistas (la profundidad de la plantilla tampoco le concede amplias alternativas), el técnico no descoserá su habitual 4-1-4-1. Ese es su armazón.


En lo superficial, la piel, los nombres, el Zaragoza registrará ciertos cambios respecto al once famélico y desidioso de Cornellá, con Ponzio, Contini y Bertolo como novedades en diferentes parcelas del campo. Ponzio recupera su lugar como guardacostas por delante de la defensa en detrimento de Edmilson, apartado de la convocatoria, según Aguirre, por tímidos problemas musculares. También regresa, tras superar la lesión de tobillo de la semana pasada, Matteo Contini, cuya entrada en el perfil zurdo del eje de la defensa retirará al banquillo a Lanzaro. La otra aportación novedosa de la alineación será Bertolo. Desalojará a Jorge López, náufrago en Cornellá y sustituido entonces en el descanso. Bertolo fue suplente en Barcelona y aquello sonó a excesiva concesión. Pocos futbolistas han expresado capacidad de desborde, indicios diferenciales, un plus de calidad por encima de la media del equipo como lo ha hecho Bertolo en la reciente fase de la temporada.


Por lo demás, la alineación se completará en el arco con Leo Franco, en defensa con Diogo, Jarosik -limpio ya de dolores musculares- y Paredes, uno de los ejemplos de lo veleidoso del fútbol: de poscristo a autorizado principal en la ejecución de golpes franco y saques de esquina. Gabi, Ander y Lafita siguen en sus puestos, y Sinama se examina de nuevo en la punta del ataque.


Al otro lado, el Levante se ordena bajo el mando de Luis García. Marca la frontera de la salvación y lejos de Valencia solo ha ganado un partido (Almería) y sumado cinco puntos. Camina torcido, pero no debe caerse en el riesgo de la infravaloración: el Levante es un equipo organizado y sacrificado, y con un delantero: Felipe Caicedo. Su verticalidad es una amenaza. Tiene las bajas de Juanfran y Ballesteros en defensa, y Javi Venta le gana el puesto a Cerra en el lateral derecho. Este es un rival. El segundo es el ruido de la semana, la naturaleza convulsa del Zaragoza.