La S. D. Huesca volvió este martes a los entrenamientos, tras guardar un día de descanso, con la moral alta por su importante triunfo frente al Sabadell para intentar abandonar cuanto antes la zona de descenso en la que se encuentra.

Los azulgranas han comenzado la semana pensando en la siguiente final que será el próximo sábado 20 de abril en el campo del Guadalajara, un rival directo para la permanencia al que pueden complicarle las últimas jornadas si el equipo de Jorge D'Alessandro es capaz de hacerse con los tres puntos.

El único que se ha entrenado junto al resto de sus compañeros es el uruguayo Carlos Diogo que sigue lesionado, mientras que el resto de los jugadores estarán disponibles para afrontar otra final en el campo de la ciudad alcarreña, incluido el extremo Miguel García que ya ha cumplido los cuatro partidos de sanción por insultar a un juez de línea.

Dada la importancia del partido ante el Guadalajara, el club oscense va a fletar autobuses para que los aficionados que quieran ir a animar al equipo lo hagan a precios más accesibles.

Por su parte, Carlos Lázaro, que regresó a la titularidad el pasado domingo ante el Sabadell, ha manifestado tras el entrenamiento que la victoria "fue importantísima y debe suponer un punto de inflexión para seguir escalando posiciones ya que el trabajo que hacemos tiene que dar sus frutos".

Sobre el Guadalajara ha recordado que se encuentra "a seis puntos y sería muy importante conseguir la victoria para recortar distancias con ellos y meterlos en la pelea por la permanencia por lo que tenemos que ir a ganar allí".