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SD Huesca: se buscan delanteros goleadores
La falta de un punta de referencia en los dos últimos cursos se ha paliado con Samuel Obeng y la explosión anotadora de Seoane y Juan Carlos Real.
Entre las misiones principales con que afronta el verano el director deportivo de la SD Huesca, Ángel Martín González, se encuentra la de revestir la plantilla que trabajará a las órdenes de Cuco Ziganda con delanteros goleadores. En contraste con lo sucedido las dos anteriores campañas, el club quiere garantizarse nombres de garantías para la punta del ataque. Algo que no consiguió entonces; en la temporada 21-22, la inspiración de Jaime Seoane evitó males mayores; la pasada, Juan Carlos Real primero y Samuel Obeng a partir del mes de enero compensaron la planificación insuficiente del verano.
Esta vez, no se quiere reincidir en el error, y la SD Huesca entiende que una de las claves de la mejoría que se pretende pasa por aumentar los registros anotadores que han de tener en los arietes natos su mejor exponente. Los azulgranas cerraron el curso con 36 goles a favor, el peor balance en la categoría de plata desde la campaña 2009-10. Incluso por debajo del descenso de 2012. En la 21-22 se sumaron 49 goles, y eso que se presentaron unas limitaciones similares. De ahí que se señale como prioritaria la vuelta de Obeng, que con sus cinco goles dio luz a la segunda vuelta. Se considera que su rendimiento puede ir más allá en un curso completo. Por encima incluso de sus mejores estadísticas en Segunda, los ocho tantos con el Real Oviedo en la 21-22.
Pero el cambio de cara que se diseña para la delantera también afectará a los futbolistas que esta pasada campaña no mostraron el nivel y la regularidad esperados. Ziganda se encontrará con exceso de equipaje a la vuelta de las vacaciones, y la situación de Abou Kanté y José Ángel Carrillo aparece como comprometida por sus números; también la de Kevin Carlos y Juan Villar de vuelta de sus cesiones, mientras que el canterano Diego Aznar, recién renovado, iniciará la pretemporada con el primer equipo. Algunos de ellos deberán salir, y también colea el caso de Dani Escriche. Tras el 1-3 del Albacete ante el Levante en la ida de la semifinal del ‘play off’, las posibilidades de ascenso de los manchegos y, por tanto, la opción de compra obligatoria con el de Burriana están muy comprometidas.
Escriche no se consolidó en los planes de Ziganda. Tampoco Kanté y Carrillo. El técnico navarro fue ecuánime en la primer vuelta con sus ‘nueves’: dio siete titularidades a Kanté, otras siete a Carrillo y las siete restantes a Kevin Carlos. El franco-gambiano tuvo un inicio explosivo, con dos goles en las cuatro primeras jornadas, para disolverse después y sumar una única diana más el resto de la temporada, en el empate de Santander en la jornada 31. Tres goles en 1.064 minutos.
Carrillo ha jugado menos (925 minutos) y su final de curso se ha visto lastrado por las lesiones. Celebró goles ganadores ante Las Palmas y Real Oviedo, ambos en la primera parte del campeonato. La dirección deportiva entendió que en enero hacía falta una remodelación, dio salida a Escriche, Villar y Kevin Carlos y consiguió a Obeng, que en algunos partidos conformó una dupla prometedora con Carrillo que no gozó de continuidad.
El peso del delantero centro en el fútbol moderno es innegable, con el matiz de que se marcan menos goles en Segunda División y de casos como el de la UD Las Palmas, que ha ascendido a Primera sin que ninguno de sus futbolistas haya alcanzado los diez tantos. Con siete se han quedado Sandro Ramírez, Jonathan Viera y Marc Cardona. Uno más, ocho, sumó el azulgrana Juan Carlos Real, que vio reconvertida su posición a la de segundo punta y, con más libertad, mostró la fineza anotadora que no había ofrecido hasta el momento. Entre el gallego y Obeng se han encargado del 36% de los goles de la SD Huesca.
Ocho clubes de la categoría de plata han contado en sus filas con arietes que han marcado diez o más goles: el Granada de Uzuni y, además, Mirandés (Raúl García), Andorra (Bakis), Eibar (Stoichkov), Albacete (Higinio y Dubasin), Tenerife (Enric Gallego), Alavés (Luis Rioja) y el descendido Málaga con Rubén Castro. Al filo de los dos dígitos se quedaron, con nueve durante la temporada regular, Curro en el Burgos, Cristian Herrera en el Ibiza, Giuliano en el Real Zaragoza, Ortuño en el Cartagena, Yuri en la Ponferradina y José Arnáiz en el Leganés. La escuadra oscense anhela un referente.
Lo encontró hace dos cursos en Jaime Seoane, aunque no fuese delantero y, de manera algo similar a lo ocurrido con Juan Carlos, se transformara en un segundo delantero. En su caso, abandonando el centro del campo. El madrileño se destapó con 14 goles y exprimió sus cualidades como llegador para remediar la sequía que atenazaba a la SD Huesca. Ni el argentino Adolfo Gaich ni el paraguayo Isidro Pitta, exóticas apuestas de la dirección deportiva entonces encarnada en Rubén García, funcionaron.
El segundo máximo goleador, con cinco, fue un Dani Escriche que ha sumado una diana con los azulgranas en la primera vuelta y otra en Albacete en la segunda. Seoane no ha podido reproducir este rendimiento en el Getafe, encorsetado primero por Quique Sánchez Flores y después por José Bordalás.
