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La SD Huesca mima a los tocados en el inicio de la semana

Carrillo y Valentín siguen un plan específico y Jorge Pulido no salió al césped.

Valentín y Carrillo realizaron parte del entrenamiento a la par que el lesionado Sielva.
Valentín y Carrillo realizaron parte del entrenamiento a la par que el lesionado Sielva.
E. R. B.

La visita al Eibar del próximo domingo (18.30) abrirá un nuevo tramo compacto del calendario en el que la SD Huesca deberá afrontar por tercera vez esta temporada una semana de tres partidos. Tras el paso por Ipurúa el miércoles llegará a El Alcoraz el Andorra (19.00) y el sábado siguiente tocará visitar al Real Zaragoza (21.00) en el penúltimo compromiso del año y de la primera vuelta. Ziganda es muy probable que realice rotaciones y que vuelva a emplear a la mayoría de sus jugadores y para ello necesita que estén en las mejores condiciones posibles. Así pues, no es de extraña que este lunes, en el primer entrenamiento de la semana, varios jugadores hayan trabajado siguiendo planes específicos.

Tales han sido los casos de Gerard Valentín y José Ángel Carrillo. Ambos regresaron en el 0-0 ante el Sporting para jugar los últimos diez minutos tras haber superado una rotura muscular y, si no hay contratiempos, podrían ser titulares en Ipurua. Parte de la sesión la realizaron al margen junto a los readaptadores, aunque se reintegraron en el grupo para participar en una serie de partidillos de siete contra siete en el que el segundo entrenador, Mossa, ante la falta de efectivos, fue uno más y en el que se estrenaron los balones de color amarillo que se van a emplear en los meses de invierno.

Los vieron atentos desde el banquillo, Anglada y Manu Rico, que al haber jugado en la goleada del filial sobre el Calamocha (4-0) se quedaron en el gimnasio. Tampoco trabajó sobre el césped Jorge Pulido. El capitán arrastra unas molestias musculares y se quiere tener precaución para que no vayan a más. Sielva, por su parte, dio muestras de que avanza en la recuperación de su lesión en un muslo y ya realiza ejercicios sobre el terreno de juego.

Ante la ausencia de su entrenador específico, Adrián Mallén, enfermo, los porteros se ejercitaron por su cuenta mientras sus compañeros realizaban una serie de rondos. Andrés, el más veterano, llevó la voz cantante y le siguieron San Román y el meta del filial Miguel Ángel Sanz. Desde las categorías inferiores también se sumaron Almerge y el juvenil Macalou. 

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