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La SD Huesca no pasa del 0-0 ante el Sporting
Los azulgranas recuperaron sensaciones, especialmente en la primera parte, pero su falta de pegada le condenó al 0-0.
Hasta ahora la SD Huesca había basado su cómoda marcha en la liga en la fortaleza defensiva y la gran eficacia en ataque. Sus rivales tenían que hacer mucho para marcarles y a los azulgranas les bastaba con poco. Lo primero, en la visita del Sporting a El Alcoraz, tras las dos derrotas consecutivas a domicilio en Torremolinos en la Copa y la semana pasada en Tenerife, se recuperó, lo segundo empieza a preocupar porque ya no es así. En las últimas cuatro jornadas, solo se ha cantado un tanto. Ante esto, a poco más que al 0-0 cosechado con los asturianos se puede aspirar.
Ziganda, que con respecto a la alineación del Heliodoro Rodríguez López solo hizo un cambio, el de Blasco por Rubén Pulido, dejando claro que ha encontrado un núcleo duro, trazó un plan de partido en el que se guardó la pólvora para el final. Para los últimos diez minutos salieron Carrillo y Valentín, recién salidos de lesión, y antes lo habían hecho Joaquín y Escriche, también con pasos recientes por el dique seco.
El duelo era el que habría la jornada 17 y el punto mantendrá a los azulgranas en una posición de relativa calma. Además, implica mantener la buena marcha como local. No se pierde desde la segunda jornada y en los dos últimos choques se ha dejado a cero a dos conjuntos que se presentaban como los máximos artilleros de la liga. Antes del Sporting, el Villarreal B. Sin embargo, de cara a un complicado tramo final de la primera vuelta no invita a mirar hacia arriba en la tabla.
El Huesca de la primera parte dejó atrás las malas sensaciones ofrecidas en Tenerife. Volvió a ser un equipo sólido y fiable atrás, que complicó durante muchos minutos que los asturianos pudiesen combinar y acercarse a Andrés, y que fue vertical y ágil para llegar a la meta de Cuéllar. Se incidió por las bandas, especialmente por la derecha, la de Soko. También se ofreció mucho, en particular durante la primera media hora, Juan Carlos, que quizá se excedió en ocasiones manoseando el esférico. Por detrás, fruto de la solidez, Kento y Salvador fueron creciendo. Tras el paso por los vestuarios el juego se abrió más, ninguno se logró imponer y en el desenlace cundió el nerviosismo.
El japonés tuvo la oportunidad más clara del periodo. En un córner botado por Mateu se elevó por encima de todos para cabecear al larguero. El saque de esquina había nacido en una galopada de Soko. El camerunés, al cuarto de hora, lo había intentado con un disparo que se generó él mismo. Amagó con ofrecerle el cuero a Ratiu, que lo desdobló, y en vez de eso trazó una diagonal para percutir fuera. También lo había tenido cerca Juan Carlos en el primer tiro de todo el partido en la continuación de una falta. El gallego obligó a estirarse a Cuéllar.
Daba la impresión de que el Huesca podía marcar en cualquier momento. Más después de que Kento se hubiese encontrado con la madera. Sin embargo, esa aproximación, lejos de ser el inicio de algo provechoso o una acción más dentro de la buena tónica general, supuso el último intento importante hasta el descanso. Su cabezazo fue seguido por un disparo de Aitor que aprovechó un pase en largo con la defensa algo dormida para desperezar a Andrés, que tuvo que despejar.
El esfuerzo previo se hizo notar en los locales, que soltaron algo de cuerda en la correa con la que habían sujetado al Sporting. Los asturianos se sintieron más libres y pudieron merodear algo más la portería azulgrana aunque sin grandes consecuencias. Un par de córners inocuos.
El segundo acto se puso en marcha con el VAR revisando una posible mano de Cote en el área visitante. Más allá de eso, fue el Sporting el que pisó con más fuerza en los primeros minutos, empujando al Huesca hacia atrás.
Zarfino se plantó ante Andrés en un balón por alto y alto lo mandó. El Huesca estaba tratando de mover el balón. Llegaba relativamente bien a la frontal del área, pero ahí se apagaban las luces. Mateu, Juan Carlos, Soko, Ratiu, Kento, eran muchos los que se iban incorporando, pero el balón iba por el césped y no por alto, aquello que le venía bien al ariete que había en el terreno de juego, Kevin Carlos.
A la vista de esto, Ziganda movió el banquillo. El ariete canterano dejó su sitio a Escriche y Soko, ya sin energía, se lo cedió a Joaquín. Los dos rostros nuevos se amoldaban mejor a lo que se estaba proponiendo. De todos modos, en el bando asturiano tampoco se veía claro lo que estaba sucediendo. Buena muestra de ello fue Abelardo abogase por sustituir de golpe a sus dos arietes.
Las caras nuevas avivaron el choque. Salvador, en una jugada individual, tiró fuera. En el Sporting, Insua remató arriba una falta sacada por Pedro Díaz. Se recurrió para los útimos diez minutos a Carrillo y Valentín, de vuelta tras pasar por el dique seco ambos. Blasco desvió con la cabeza un tiro asturiano peligroso y Kento probó de chilena.
En el desenlace todo se volvió bronco. El árbitro tuvo que sacar cinco amarillas. No hubo manera de marcar.
Ficha técnica
SD Huesca: Andrés, Ratiu, Blasco, Jorge Pulido, Miguel, Soko (Joaquín, 63), Kento, Salvador, Mateu (Valentín, 80), Juan Carlos (Carrillo, 80) y Kevin Carlos (Escriche, 63).
Real Sporting de Gijón: Cuéllar, Guille Rosas, Izquierdoz, Insua, Cote, Otero, Zarfino, Rivera, Aitor García (Jordán, 81), Campuzano (Djuka, 67) y Cristo (Pedro Díaz, 67).
Árbitro: Caparrós Hernández (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a los locales Juan Carlos (74), Jorge Pulido (76), Valentí (89), Ratiu (92)y Joaquín (95) y a los visitantes Zarfino (93) y Juan (94).
Incidencias: Partido correspondiente a la 17ª jornada de liga de Segunda División disputado en El Alcoraz ante 4.498 espectadores. Noche fría. Tras la polémica en el Mundial de Qatar por la negativa de la FIFA a que los capitanes luciesen brazaletes en apoyo de la diversidad sexual, el capitán de la SD Huesca, Jorge Pulido, empleó uno arcoíris.
