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Cuco Ziganda levanta en la SD Huesca la muralla más fiable
El técnico navarro nunca había arrancado en el fútbol profesional con cinco porterías a cero en las primeras ocho jornadas.
Cuco Ziganda erige su muralla defensiva con argumentos sólidos. El técnico de la SD Huesca está trasladando al equipo una idea que ya le dio rédito en Oviedo durante las dos temporadas y parte de otra en que dirigió a los carbayones. Y que mejora además el inicio de campaña de los azulgranas el curso pasado. Transcurridas ocho jornadas, y antes del maratón de tres partidos en otro días, lucen músculo: cinco porterías a cero y siete goles en contra, menos de uno por encuentro de promedio. Cifras que les han permitido sumar once puntos, uno más que el curso anterior a estas alturas y los mismos que el navarro había recogido con los del Principado de Asturias.
El director deportivo, Ángel Martín González, y Ziganda coinciden en la percepción de que los equipos se construyen desde atrás y, en ese sentido, la plantilla está respondiendo a la exigencia y ante rivales poderosos en el apartado ofensivo. No parecían pruebas fáciles de superar en ese sentido las de Levante (0-0), Ibiza (3-0), Málaga (1-0), Leganés (1-0) y Granada (0-0). Los siete goles en contra se concentran en las tres derrotas ante Cartagena (2-3), Albacete (2-1) y Alavés (2-1). La asignatura pendiente hasta este momento es la de remontar un marcador adverso; al menos, para empatar, como ya acarició la SD Huesca en todas esas citas en las que empezó perdiendo.
El navarro tiene la misión de estabilizar el proyecto en la categoría y devolverle el gen competitivo del que careció durante la temporada 2021-22. De momento, mejora el comienzo de entonces en un punto. Con Nacho Ambriz en el banquillo, la SD Huesca comenzó con dos victorias a las que se replicó con tres derrotas consecutivas y claros síntomas de decaimiento en el proyecto recién comenzado. Los triunfos ante Real Sociedad B y Girona, esta en la jornada diez, no evitaron el cese del mexicano dos semanas más tarde. Tras ocho encuentros, acumulaban 10 puntos, habían encajado dos goles más y mantenido la portería imbatida en cuatro ocasiones. La quinta llegaría en la novena jornada, en el derbi de La Romareda (0-0).
Desde su último ascenso a la categoría de plata, en 2015, y con el paréntesis de las dos campañas en Primera División, el conjunto azulgrana no había sumado más de cuatro partidos sin recibir goles en las ocho jornadas iniciales. Tampoco lo había logrado Cuco Ziganda en sus anteriores experiencias en Segunda, con el Real Oviedo y al frente del Bilbao Athletic en el ejercicio 2015-16. Ni en Primera con Osasuna, Xerez y Athletic. El tope se encontraba en las cuatro, y con unos comienzos irregulares. El año pasado, los ovetenses también lograron once puntos en las primeras ocho citas, con seis goles en contra por los siete de ahora en la SD Huesca. Aquel Oviedo rozó el ‘play off’ de ascenso con la punta de los dedos. En los dos ejercicios anteriores se le pidió la permanencia y la obtuvo a una jornada del final en la primera ocasión y con dos de margen en la segunda.
El equipo oscense ha igualado el comienzo del curso 2016-17, en el que la SD Huesca dirigida entonces por Anquela se clasificó en la sexta plaza y jugó las eliminatorias por el ascenso. También recolectó 11 puntos en las ocho primeras jornadas, un balance que solo se ha superado en las campañas de los ascensos: con 15 puntos arrancó el Huesca de Míchel Sánchez en la 19-20 y con uno menos, 14, el de Rubi en la 17-18. La ventaja del actual proyecto respecto a aquellos reside en que, hasta la fecha, se ha sumado una portería más a cero porque entonces fueron cuatro en cada ocasión.
Solo dos conjuntos mejoran este dato en el presente curso: el asombroso Burgos de los ocho partidos sin recibir goles y los dos tantos a favor, récord nacional que se puede pulverizar este fin de semana; y la UD Las Palmas, que lo ha logrado en seis de sus ocho encuentros. La SD Huesca he encajado más dianas que estos dos conjuntos, Levante, Real Zaragoza y Oviedo, pero ha cambio ha marcado más goles que todos ellos salvo el cuadro canario para equilibrar un balance que le aloja en una zona templada y tranquila de la clasificación, más cerca de la cúspide -a tres puntos del Andorra, sexto- que del pozo del descenso que abre el Mirandés con seis puntos.
