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La SD Huesca da forma al fortín de El Alcoraz
Con tres victorias en cuatro partidos, los azulgranas se están mostrando sólidos como locales, uno de los objetivos del curso.
Es una de las metas a alcanzar fijadas para el proyecto iniciado el pasado verano y por el momento se está cumpliendo, recuperar El Alcoraz como feudo inexpugnable en el que además la comunión entre el equipo y la grada sea patente. De los cuatro partidos que ya ha disputado en su estadio, la SD Huesca se ha impuesto en tres; todos salvo en el primero, el de la derrota por 2-3 en el último momento ante el Cartagena por un penalti de Kento. En el resto, el marcador ha sido favorable y la meta local no ha sido batida. El 1-0 del sábado ante el Leganés se unió a otro 1-0, el conquistado ante el Málaga, y al 3-0 con el Ibiza que abrió la cuenta de triunfos de la temporada.
Las rachas, tanto la de victorias como la de metas a cero, ni mucho menos supone un récord o algún tipo de particularidad estadística, pero sí que dejan patente las intenciones y ponen al equipo en el camino de ello. En el anterior curso, en el que la primera vuelta en El Alcoraz supuso todo un lastre con siete encuentros sin ganar, se acabaron concatenando después ocho duelos consecutivos sumando en los que en los cuatro primeros Andrés no tuvo que sacar ningún balón de la red. Más espectaculares son los periodos invictos en su feudo durante las campañas de los ascensos a Primera o la de la clasificación para el ‘play off’.
En la 2019-20 se enlazaron dos periodos de seis jornadas sin perder en ElAlcoraz -entre la ocho y la 17, y entre la 21 y la 31- mientras que en la 2017-18 fueron quince que además dieron continuidad a las diez de un curso antes. El 4 de febrero de 2017 el Huesca cayó con el RealZaragoza por 2-3 y no volvió a hacerlo en liga ante su afición hasta el 19 de marzo de 2018, un 0-2 con el Sporting.
"Queremos que El Alcoraz sea un estadio difícil", afirmó el sábado Andrés. Los rivales que se han enfrentado hasta ahora a los azulgranas pueden dar fe de ello. El Cartagena ganó, pero se tuvo que adelantar tres veces y el resto, a pesar de contar con la posesión, no lo han tenido fácil para llegar a la meta de enfrente. El Ibiza y el Málaga solo tiraron una vez entre los tres palos, y el Leganés, dos. Los pepineros, eso sí, pusieron en aprietos a los de Ziganda. Nyom se encontró con la madera y después, cuando el Huesca parecía más asentado, les fue anulado un gol.
En esos momentos complicados, el equipo se agarró, según el técnico navarro, "al amor propio y a la afición de El Alcoraz". "Nos dan un plus, sujetamos resultados inciertos con su ánimo y empuje", agradeció a los 5.194 hinchas que presenciaron el choque en directo a pesar de su hora de inicio poco propicia, las 14.00, una cifra que no difiere demasiado de las registradas en las semanas pretéritas. Ante el Málaga hubo 5.803 espectadores; frente al Ibiza, 5.801; y con el Cartagena, 6.128. La media es de 5.731, similar a la obtenida en los trece encuentros que se celebraron en el último curso sin restricciones de aforo, 5.595.
El modelo de juego ha cambiado. Ya no se persigue tanto la victoria a través del control del balón, sino que se atrae al rival para golpearle a la contra. Queda por andar, a Ziganda le gustaría combinar más y afirma que en algunos aspectos su equipo se encuentra aún en pretemporada. Entre lo que ya parece consolidado se encuentra el carácter luchador. Falta la asignatura de los desplazamientos, con solo un punto en el haber. El del domingo a las 18.30 vuelve a ser complicado, el Granada.
