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Una nueva reacción inconclusa de la SD Huesca

Frente al Alavés, al igual que ya había ocurrido con el Cartagena y el Albacete, los azulgranas dieron la cara tras verse por detrás en el marcador, pero no les fue suficiente para recuperar al menos un punto.

Juan Carlos Real, cabizbajo en Mendizorroza.
Juan Carlos Real, cabizbajo en Mendizorroza.
LOF

En seis partidos la SD Huesca ha sufrido tres derrotas con patrones similares en su transcurrir. En todas ellas ha comenzado perdiendo y, aunque ha sabido reaccionar, su mejoría no ha sido suficiente para al menos capturar un punto. En las dos primeras, el 2-3 con el Cartagena y el 2-1 con el Albacete, el gol decisivo del rival se produjo en el último minuto del añadido después de que los azulgranas hubiesen conseguido empatar. El domingo en el 2-1 con el Alavés, por primera vez se vieron dos tantos por debajo, acortaron distancias y se lo pusieron difícil a los vitorianos, pero la rebelión no pasó de ahí.

En los tres partidos, los cambios mejoraron al equipo y, de hecho, los que salieron desde el banquillo consiguieron marcar o fueron pieza decisiva para lograr el gol. Con el Cartagena, una arrancada de Valentín, que había entrado en el 54 por Ratiu, desembocó en el 2-2 que fue adjudicado al meta rival, Marc Martínez, a falta de cinco minutos. En Albacete Juan Carlos en el 84, cuatro minutos después de haber salido al campo, transformó a la segunda el penalti que había provocado Escriche y en Mendizorroza Sielva culminó una larga jugada con un misil.

Para tratar de que su equipo espabile, el libro de estilo de Cuco Ziganda, que rara vez se ha desviado del 4-4-2 como esquema táctico, pasa por renovar prácticamente al completo el centro del campo y la delantera con respecto al once dispuesto de inicio, que acostumbra a ser continuista. Hasta el momento, las mayores revoluciones al respecto no han pasado de las tres novedades. Esa es la cifra que hubo en la victoria con el Ibiza (Tomeo, Blasco y Kevin Carlos) y en Vitoria (Juan Carlos, Pulido y Kanté).

Sus revulsivos de confianza son Valentín, Sielva y Kevin Carlos. En las tres derrotas, los tres escucharon el pitido inicial desde el banquillo y fueron reclamados para jugar posteriormente -si bien es cierto que en la última ocasión Valentín lo hizo aún con el marcador a cero debido a la lesión de Soko- y solo uno de ellos ha gozado de alguna titularidad en lo que va de liga. Kevin Carlos lució esos galones en el 3-0 con el Ibiza, en el que marcó, y en el 1-0 con el Málaga.

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