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Almudévar, cuna de futbolistas de élite

Hugo Anglada es el último ejemplo de una estirpe de siete jugadores nacidos en la localidad con trayectoria en Primera y Segunda División.

Hugo Anglada, con la pelota durante el Levante-SD Huesca.
Hugo Anglada, con la pelota durante el Levante-SD Huesca.
Carla Cortés/LOF

Algo tendrá el agua cuando la bendicen y algo hace que Almudévar, una población con 2.400 habitantes, haya dado siete jugadores al fútbol profesional. Por algún motivo, se adquiere allí una facilidad innata para golpear la pelota. Una teoría: durante la dominación musulmana recibió su nombre, que significa 'el redondo'; quizás, en alusión a la forma ovalada del lugar donde se asienta el castillo y que hoy se denomina Corona, nombre que también se dio al campo de fútbol.

El último ejemplo ha sido Hugo Anglada, que el pasado viernes debutó en el 0-0 de la SD Huesca ante el Levante. Con 18 años, se trata de uno de los canteranos que han trabajado desde el comienzo del verano a las órdenes de Cuco Ziganda, y con contrato hasta 2024 aspira a seguir creciendo y a convertirse en referencia de un club en los últimos años huérfano de futbolistas de la provincia en el primer equipo.

Anglada se suma de esta manera a un selecto grupo al que el último en acceder había sido el guardameta de Osasuna Juan Pérez y antes, José María Encontra, los hermanos Javier y Miguel Planas, Emilio Lacruz y Juan Carlos Justes. Todos ellos pusieron en algún momento de sus trayectorias el pie en Primera División, aspiración que para el central azulgrana también aparece en un horizonte ilusionante. Incorporado con 13 años, ascendió en la pirámide de la base azulgrana hasta asentarse primero en el equipo juvenil y después en el filial, que había compaginado los dos últimos años con los entrenamientos junto a los mayores. Además, está en la órbita de las categorías inferiores de la selección española de fútbol.

El almudevano jugó los 90 minutos en el estadio Ciudad de Valencia y junto a Jorge Pulido en el eje de la zaga. Contribuyó a que los azulgranas mantuviesen la puerta a cero como una muesca más en una progresión que ha convencido a Ziganda. De hecho, ha adelantado en la rotación a una de las caras nuevas, el también zaguero Jérémy Blasco, que la campaña pasada actuó en 40 encuentros en la categoría de plata. En los últimos minutos, además, compartió labores con el también canterano Euse Monzó, valenciano incorporado el pasado verano a la SD Huesca B.

El precedente más cercano de Anglada es Juan Pérez, portero de 26 años que pertenece a Osasuna y ha disputado 16 compromisos con los rojillos. La oportunidad de debutar en Primera le llegó en el curso 2019-20, en un partido ante el Espanyol en el RCDE Stadium. El titular, Sergio Herrera, se lesionó aquel día durante el calentamiento y contribuyó con alguna acción notable al triunfo de los navarros por 2-4. Aún jugaría la siguiente jornada ante el Sevilla. En los dos últimos cursos ha acumulado cinco apariciones y al principio de la pretemporada se tanteó su salida ante la fuerte competencia que representan para su evolución Herrera y el recién incorporado Aitor Fernández.

Pérez fue canterano la cantera de la SD Huesca en cadetes y juveniles. Estando aún en éste último estadio formativo pasó a la disciplina del Osasuna. Su trayectoria resulta diferente a la del resto de sus colegas almudevanos, que tienen en común el hecho de haber hecho su debut en la élite vistiendo la camiseta del Real Zaragoza. El camino lo abrió José María Encontra, que compartió vestuario con Los Magníficos durante cuatro campañas y alzó dos copas del Generalísimo, además de la de Ferias. También perteneció al Valladolid, aunque con los castellanos solo jugó en el torneo del KO y en Segunda División tuvo minutos con el Sporting, el Recreativo y el Alavés.

Después, cogieron el testigo los hermanos Planas. Miguel, el mayor, formó parte del primer equipo blanquillo entre 1966 y 1969. En la 1971-72 hizo las maletas rumbo al Castellón, de Segunda División, para lograr el ascenso y continuar a orillas del Mediterráneo dos cursos más en la máxima categoría antes de volver al fútbol de plata de la mano del Burgos.

El recorrido de Javier fue más extenso. Tras foguearse en Segunda con el Langreo pasó a actuar como local en La Romareda en el ejercicio 1968-69 y allí permaneció hasta 1977. Vivió dos descensos, pero también el histórico subcampeonato de liga de 1975 dentro de una temporada en la que llegó a ser internacional.

Emilio Lacruz desembarcó desde el Huesca en la 1971-1972, campaña en la que el Real Zaragoza compitió en Segunda. Tras lograr la vuelta a la élite se mantuvo en la disciplina blanquilla hasta 1974 desde donde marchó al Levante.

Él último hasta el domingo había sido Juan Carlos Justes. Debutó en Primera División a los 19 años en un Sevilla-Real Zaragoza (5-0) de la jornada 32 de la liga 1981-82. Ya a partir de 1983 se asentó en el primer equipo, ganó la Copa del Rey de 1986 y en 1989 se marchó al Sporting, donde todavía compitió en la élite hasta 1992. Finalmente, con paradas previas en el Castellón y el Villarreal acabaría recalando en el Huesca en la 1996-97 y un curso después, en el Andorra.

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