Tras una gris temporada, existía el temor de que la masa social pudiese decrecer, pero nada más lejos de la realidad. Un verano más, la SD Huesca ha vuelto a batir su récord de abonados. La próxima campaña, los azulgranas estarán apoyados desde la grada por 8.016 abonados, 166 más que en la anterior cuando fueron 7.850. “La afición altoaragonesa ha vuelto a dar ejemplo demostrando su apoyo una vez más y El Alcoraz volverá a verse lleno en una temporada que esperemos esté llena de ilusión”, afirma la entidad en un comunicado que cierra con un “¡Gracias, afición!”.

El periodo de renovaciones ya había dejado más que buenos datos con 7.597 socios confirmando su butaca en el estadio, una cifra que suponía una continuidad del 95%. Después, durante los días habilitados para las nuevas altas se han gestionado hasta 419 nuevas solicitudes.

Los 8.016 aficionados que podrán acceder al campo en cada partido implica que desde la llegada al fútbol profesional en 2008, el número de abonados se ha doblado. Entonces, fueron 4.000. El crecimiento, no obstante, después de tocar fondo en las dos campañas en Segunda B, se ha dejado notar especialmente desde el primer ascenso a la élite de forma paralela a las ampliaciones a las que se ha ido sometiendo a El Alcoraz, que en la actualidad cuenta con un aforo para 9.000 personas. En aquel curso y el siguiente la cifra fue de 6.100 y en el 2020-21 de 6.700.

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Uno de los retos ahora para Cuco Ziganda y sus jugadores será el de atraer a lo abonados al campo. En la última temporada, condicionada por el covid y los malos resultados, a pesar de los 7.850 abonados, la media de asistencia fue de 5.290 personas y teniendo en cuenta las diferentes limitaciones de aforo que se fueron estableciendo, la entrada fue del 70%. Curiosamente, se vivió el choque con más asistencia en El Alcoraz, la visita del Real Zaragoza, que fue presenciada por 8.143 espectadores.