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En la SD Huesca, para entrar dejen primero salir

La entidad azulgrana quiere hacer hueco en el vestuario en cuanto a número de efectivos y límite salarial antes de acometer los refuerzos.

Una de las alineaciones iniciales de la SD Huesca durante la pasada temporada.
Una de las alineaciones iniciales de la SD Huesca durante la pasada temporada.
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Son 18 jugadores con ficha, 19 si se tiene en cuenta a Pitta, cedido en Brasil hasta diciembre, e incluso más si se añade alguna operación que se encontraba muy avanzada antes de la llegada de Ángel Martín González como la de Patrick Soko, del Racing de Santander. El nuevo director deportivo, aunque en su presentación no quiso fijar metas concretas como el ascenso, sabe que para aspirar a cotas altas va a tener que reforzar y modificar una plantilla que durante el último curso no ha obtenido los resultados esperados y que para ello lo primero que tiene que hacer es abrir hueco a las incorporaciones que llegarán. Nada nuevo para el madrileño, hecho a lidiar con múltiples movimientos en cada verano.

Su deseo, ya existente en el seno del club aún con Rubén García al mando de las operaciones, es el de que, a diferencia de lo ocurrido en las últimas campañas, al inicio de la pretemporada el bloque esté ya muy definido. Para ello, no tiene tiempo que perder y por eso, al margen de la búsqueda de un entrenador, sus primeras acciones están siendo comunicar a los actuales azulgranas las intenciones que se tienen con ellos. "Vamos a intentar sacar algún jugador y aligerar un poco el límite salarial", expuso en su presentación.

A este respecto, el Huesca oficialmente contó para la 2021-22 con el cuarto mayor presupuesto para fichas de jugadores de la categoría, 19,775 millones. Para la que viene, que se espera muy competitiva en este apartado con los descensos del Granada, el Levante y el Alavés, se confía en poder seguir manteniéndose en la zona alta. Los oscenses conservan parte de los cuatro millones del fondo CVC que podían destinar a la plantilla y tampoco agotaron la ayuda al descenso.

Además de los quince futbolistas que acabaron el ejercicio a las órdenes de Xisco Muñoz y que se mantienen ligados a la entidad azulgrana, deben regresar de sus cesiones, Buffarini, por el que hay interés en Argentina, y Álvaro Fernández y Sandro Ramírez. El portero y el delantero se entiende que pueden ser piezas diferenciales dentro del futuro proyecto, pero su encaje no es sencillo. Junto a sus elevados emolumentos tienen cartel en la élite y aunque se cuenta con ellos la decisión sobre su futuro se tomará teniendo en cuenta sus puntos de vista.

Álvaro ha completado la última temporada en el Brentford de la Premier League en el que, aunque gozó de la titularidad durante doce jornadas, no cuajó haciendo que el club inglés haya desestimado la opción de compra que se había reservado. En los últimos días ha sido relacionado con conjuntos de Primera División como el Espanyol y el Elche.

También el Getafe se guardó una opción preferente para quedarse en propiedad con Sandro. Sin embargo, no parece que la vaya a ejecutar a pesar de que ha sido una pieza recurrente para Míchel González, primero, y Quique Sánchez Flores, después. Solo marcó tres goles, dos menos que con el Huesca en el curso anterior, pero en Segunda se cree que su velocidad y capacidad de desborde pueden ser claves.

Martín González ya lo llevó al Getafe, donde ejerció hasta abril el cargo que ha comenzado a desempeñar ahora en El Alcoraz. También tiene pasado y en estos momentos presente azulón Ignasi Miquel, que ha actuado a préstamo en el Huesca. Su ficha también resulta alta, pero en el club no se descarta del todo que pueda seguir si antes llega a un acuerdo con los del sur de Madrid, con los que le resta un año de contrato. Él ya dijo tras el último partido en Valladolid que no cerraba ninguna puerta.

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