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Las motivaciones de la SD Huesca en Valladolid

Los azulgranas cerrarán el curso el domingo en casa de un rival que se juega el ascenso con metas como lograr una de sus mejores posiciones históricas u obtener la mayor recompensa económica posible.

Xisco y su asistente Miguel Ángel Muñoz observan sonrientes un entrenamiento de la SD Huesca en El Alcoraz.
Xisco y su asistente Miguel Ángel Muñoz observan sonrientes un entrenamiento de la SD Huesca en El Alcoraz.
SD Huesca

Será el cierre de la temporada y al igual que en los partidos transcurridos desde el derbi con el Real Zaragoza, en lo que a la competición se refiere habrá poco en juego. La SD Huesca no notará el domingo en Valladolid (20.00) el cosquilleo de luchar por el ascenso, sensación que sí revoloteará en el estómago de sus rivales, ni tampoco el temblor que causa la necesidad de eludir el descenso. Condenados a la tierra de nadie, los azulgranas tendrán la obligación de dar la cara y, al igual que ya hicieron el sábado en la despedida de El Alcoraz con el 3-2 ante la Real B, perseguir un buen resultado que deje el mejor sabor de boca posible dentro de una campaña gris. Xisco viene apelando a la profesionalidad de sus hombres como cualidad suficiente que garantiza una buena mentalización, pero igualmente sabe que el tener una meta concreta ayuda y por ello las ha ido señalando. De ahí su insistencia con el número de porterías a cero o con el hecho de que el equipo se ha mantenido invicto como local desde enero. Tras el cruce con los donostiarras, fijó otra, lograr la que sería la cuarta mejor clasificación del club en Segunda División. Al igual que esa, se pueden encontrar otras. Al curso le quedan 90 minutos en los que aún hay alicientes de distinta magnitud.

El objetivo clasificatorio que delimitó el técnico implicaría que el equipo se quede como está ahora mismo para igualarla la marca de la 2008-09, o escalar al menos una posición para llegar a la décima y superarla. De lograrlo, significaría que en la categoría de plata solo resultaron mejores los cursos en los que se celebró el ascenso directo, el 2019-20, en el que los oscenses fueron primeros, y el 2017-18, en el que finalizaron segundos, además de la campaña en la que llegaron al ‘play off’, la 2016-17, al ser sextos. La diferencia con los que quedarían por detrás sería que en ellos se partía con la intención de no bajar y ahora se buscaba el regreso a la élite.

El Huesca, tras la jornada 41, es 11º con 54 puntos, la misma cantidad tiene el Burgos, décimo, y tres más reúne el Cartagena, al que le tiene el 'average' ganado y que ocupa la novena plaza, la mayor aspiración posible. Los castellanos recibirán al Girona, que aún no tiene el ‘play off’ asegurado, y los murcianos visitan al Tenerife, que debe consolidar su cuarto puesto. En el peor de los escenarios, los azulgranas podrían concluir 14º.

Más allá de los registros históricos, en juego está la recompensa económica que La Liga concede en función de la clasificación, algo nada baladí si se tiene en cuenta el contexto de ajuste económico que afrontará el Huesca. Para el noveno, el botín estipulado es de 930.000 euros, mientras que para el 14º se reduce a 490.000. Si no se moviese de la 11ª posición obtendría 660.000.

En lo estadístico también existen estímulos. La victoria sería la segunda consecutiva, algo que solo se ha visto en otras dos ocasiones esta campaña. En las dos primeras jornadas se derrotó por 2-0 al Eibar y al Cartagena, pero después hubo que esperar hasta la 32 y la 33 para repetir un hito que llegó a ser obsesivo. Fue con el 1-0 al Burgos y el 0-2 al Málaga.

Un marcador positivo también rompería con la actual racha de tres desplazamientos seguidos sin ganar. A este respecto, vencer les haría atesorar a los azulgranas 27 puntos a domicilio, la tercera mejor cifra en su andadura en Segunda, y conseguir el séptimo triunfo a domicilio, cantidad solo superada en la 2017-18.

En lo individual quedan cuestiones como la que sería la 18º portería a cero de Andrés o la opción de Seoane de acercarse a los dos únicos que han marcado más goles que él en una temporada con el Huesca en el fútbol profesional. El medio lleva 14, Cucho logró 16 y Melero, 17. Rico, en su última vez, podía alcanzar su partido 190 como azulgrana y Mosquera podría ser centenario.

Luis García Plaza, al Alavés

Más allá de lo deportivo, la atención en la actualidad de la SD Huesca está centrada en l diseño del futuro proyecto. Luis García Plaza, uno de los técnicos por los que más querencia había mostrado el club, dirigirá finalmente al Alavés, con el que ha firmado por una temporada con el objetivo de devolverlo a la élite. El madrileño era uno de los nombres que había trascendido hace ya semanas junto al de Rubén Albés, que no seguirá en el Lugo, y Juan Carlos Carcedo, ex del Ibiza. En cuanto a la búsqueda de un director deportivo, el aragonés Fernando Soriano, también está siendo vinculado con fuerza con el Oviedo. Entre las opciones que se barajan, Fran Garagarza, anteriormente en el Eibar, se encuentra bien situado.

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