sd huesca
Manolo Torres, el 23º presidente de la SD Huesca
Abogado de profesión, va a ser la cuarta persona que ejerce esa función desde que el club llegó al fútbol profesional tras Armando Borraz, Fernando Losfablos y Agustín Lasaosa.
Tras tres años vacante, la presidencia de la Sociedad Deportiva Huesca vuelve a estar ocupada. Manolo Torres Guillaumet, que en este tiempo transcurrido ha venido siendo la cabeza visible del club desde el puesto de consejero delegado, anunció este lunes que pasa a ocupar ese cargo a la vez que daba a conocer la composición de un nuevo consejo ejecutivo. Es el 23º presidente del club dentro de un listado que inició Patricio Funes en 1960, que cuenta con otros nombres como el de José María Mur, impulsor de El Alcoraz, y que en los tiempos modernos, desde la llegada en 2008 al fútbol profesional, incluye al ya fallecido Armando Borraz, a Fernando Losfablos y a Agustín Lasaosa.
La renuncia de éste último tras su imputación en la Operación Oikos fue lo que hizo que Torres diese un paso adelante. Su entrada en el Huesca se produjo a través del patronato de su máxima accionista, la Fundación Alcoraz. Después, en 2012 pasó a formar parte del consejo como asesor jurídico.
Nacido en Huesca en 1971 es licenciado en derecho por la Universidad de Zaragoza y también tiene un máster ISDE de Gestión y Derecho Deportivo y un postgrado en Derecho del Deporte en la Universidad de Valencia. Su trayectoria profesional previa al Huesca estaba centrada en ejercer la abogacía formando parte del bufete Camarero Abogados. Además, fue gerente de la Sociedad de Promotores y Constructores de Huesca.
Aunque en el mundo del deporte se inició como portero en su colegio, posteriormente se pasó al baloncesto. Jugó en el Peñas y obtuvo el título de entrenador superior, lo que le llevaría a ser ayudante de Andreu Casadevall y Javier Zaragoza en el Huesca La Magia de ACB.
Como consejero delegado ha tenido que capear con la Oikos, la trama de apuestas ilegales y amaños de partidos en la que se ha visto implicada la SD Huesca, en cuyo seno se tiene confianza en una pronta resolución positiva para sus intereses, y con la disrupción que supuso la pandemia. Además, ha vivido un ascenso a Primera y su posterior descenso, y la gris temporada actual. En este tiempo también se ha continuado con la reforma de El Alcoraz y se han dado los primeros pasos de la Base Aragonesa de Fútbol, proyectos que, ya como presidente, van a tener que seguir avanzando y que se circunscriben dentro de los tres ejes sobre los que se quiere caminar, la consolidación en el fútbol profesional, la sostenibilidad y el incremento del peso de la cantera.
