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La SD Huesca fija en su radar a Poveda, pero pierde la puja por Vavro
El delantero del Getafe es uno de los dos atacantes que los azulgranas quieren incorporar antes del cierre del mercado mientras que el central de la Lazio se va cedido al Copenhague.
La SD Huesca entra en la recta final del mercado de invierno con deberes ya hechos -las incorporaciones de los centrocampistas Pablo Martínez y David Timor y del extremo Lago Junior- pero también con trabajo por completar hasta que la persiana baje el próximo lunes. Como se preveía, la llegada de refuerzos específicos para el ataque no se va a resolver hasta los últimos días dentro de una situación global en la que los equipos, dando preferencia a contar con plantillas amplias ante los posibles avatares de la covid, se han mostrado reacios a desprenderse de efectivos. A este respecto se quiere reforzar el grupo que maneja Xisco Muñoz con dos delanteros. Uno de ellos tiene nombre confirmado, Darío Poveda, actualmente en el Getafe. La opción lleva sobre la mesa desde hace tiempo y, aunque tiene otros pretendientes, en el seno de la entidad azulgrana existen esperanzas de que la negociación acabe con el alicantino en El Alcoraz. En cambio, el regreso de Vavro se ha truncado.
El central finalmente recalará hasta el final del curso en el Copenhague, conjunto en el que comenzó a despuntar y al que la Lazio pagó en 2019 para hacerse con sus servicios alrededor de diez millones de euros. Lo hace, según se oficializó este lunes, mediante una cesión con una elevada opción de compra que de ejecutarse compensaría buena parte de la inversión hecha en un primer momento por los italianos. Esas pretensiones económicas, de hecho, han sido el principal escollo con el que se ha encontrado el Huesca después de ya tener el acuerdo cerrado con el jugador, que llegó a mostrar públicamente su querencia por vestir de azulgrana como ya lo había hecho en la segunda parte de la temporada pasada. Sin él y con Timor, que puede actuar en la zaga ya con Xisco, el club no tiene previsto firmar más defensas.
El perfil de Poveda es el de un joven prometedor cuya progresión se vio frenada por una lesión. De 24 años y estampa espigada, mide 1,85 metros, fue criado en la cantera del Villarreal, con cuyo primer equipo llegó a debutar, y pasó al filial del Atlético de Madrid en la 2018-19; una temporada después incluso tuvo minutos en un partido a las órdenes de Simeone. Llevaba diez goles en diez encuentros en Segunda B cuando sufrió una rotura de ligamentos que le obligó a parar. El ejercicio pasado fue cedido a los azulones que, a pesar de que debido a sus problemas físicos solo lo pudieron emplear cinco minutos, decidieron firmarlo en propiedad hasta 2026.
En lo que va de campaña ha participado en Primera División en 371 minutos repartidos en quince compromisos. Fue titular entre la jornada once y la trece, pero su rol en las últimas semanas había quedado reducido a los instantes finales -el domingo sin ir más lejos tuvo cinco minutos en el 0-0 con la Real Sociedad-, lo que no impidió que estrenase su casillero de goles antes del parón navideño en el 0-1 con el que los madrileños derrotaron en el descuento a Osasuna para salir del descenso. En su posición en el Alfonso Pérez tiene la competencia, entre otros, de Enes Ünal, Mata, Macías, Borja Mayoral y Sandro, precisamente cedido allí por el Huesca, que el viernes se hizo con Timor después de que éste se desvinculase del Getafe.
Las llegadas condicionarán también las posibles salidas. En estos momentos al Huesca solo le queda una ficha libre, por lo que todo lo que sea cerrar más de un fichaje obligará a abrir la puerta a algún miembro de la actual plantilla. A este respecto, Pitta y Gaich, que en la derrota ante la Ponferradina (1-2) se quedaron sin jugar, podrían ser dos de los afectados. Lombardo, que era otra de las opciones, ha tenido minutos en los últimos tres partidos. Tampoco se pueden descartar otras posibilidades.
