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La SD Huesca se reencuentra con Rubi

El equipo azulgrana volverá a medirse este sábado con el entrenador que le llevó a Primera en 2018 y que ahora dirige a un Almería intratable.

Rubi, durante un partido con el Espanyol.
Rubi, durante un partido con el Espanyol.
RCD Espanyol

La SD Huesca que alcanzó la élite y se ha estabilizado en el fútbol profesional cobró forma en los despachos y también sobre el césped. El entrenador que más impacto ha tenido en este último periodo es Joan Francesc Ferrer Sicilia, Rubi, responsable del primer ascenso en 2018 y con el que los azulgranas se reencontrarán este sábado en Almería (18.15, Movistar LaLiga y #Vamos). El catalán conduce ahora al líder destacado de la Segunda División y antes se convirtió en paradigma para el banquillo oscense, donde desde su salida han tenido más éxito los perfiles cercanos y se han caído los más alejados.

Con Rubi se dio un salto antes impensable a Primera División. También se asentó una manera de trabajar la parcela técnica que no encuentra precedentes y que después se ha tratado de reproducir. También el preparador tiene mucho que agradecer al Huesca, al que llegó en el verano de 2017 después de dos descensos consecutivos con Levante y Sporting de Gijón. El club aragonés le dio la posibilidad de iniciar un proyecto que recogía lo sembrado por Anquela el año anterior y la disputa del ‘play off’. Su temporada le valió un contrato con el Espanyol y después le llamaría el Betis, donde no cuajó y terminó de momento su trayectoria por la máxima categoría.

El del Huesca es hasta la fecha el único ascenso de su carrera y va a camino de reeditarlo en Almería. Tras 17 jornadas, aventaja en ocho puntos al segundo clasificado, el Eibar, y en diez al tercero, el Tenerife. El club andaluz le llamó en el tramo final de la pasada campaña, con los rojiblancos en pos del ascenso. Rubi tomó las riendas después de que solo hubiesen ganado uno de sus anteriores ocho partidos y lo clasificó en la cuarta plaza. Caería en el ‘play off’ a manos del Girona de otro ‘ex’ azulgrana, Francisco Rodríguez.

Los dueños del Almería, encabezados por Turki Al-Sheikh, se marcaron a su llegada un plazo de tres años para subir a Primera. Un periodo que expira el próximo junio y un anhelo para el que se volvieron a encomendar a Rubi en oposición a una política previa más bien errática en lo referido a la toma de decisiones con sus técnicos. Con el catalán como principal aval también se vistió el proyecto con los mejores ropajes posibles. La almeriense es la plantilla con el octavo tope salarial más alto (10,33 millones), según los datos facilitados por LaLiga. También, la que cuenta con una valoración más alta a partir de los parámetros del portal Transfermarkt: 57,60 millones de euros. Es el equipo más anotador y el menos goleado.

Rubi ya decidió su salida del Huesca antes de que acabase aquel curso 2017-18. La posibilidad de dirigir a un Espanyol, el club de su vida, en la máxima categoría supuso una oferta irrechazable y el club azulgrana se quedó sin Rubi pero con la aspiración de encontrar una figura con esa misma filosofía y ética del trabajo. Un tipo de entrenador que puede tener similitudes con Francisco Rodríguez, Míchel Sánchez o ahora Xisco Muñoz, capaces de hacer de las limitaciones virtud, pero más lejos de lo que representaron Leo Franco, Pacheta y Nacho Ambriz.

No será el primer cruce entre los oscenses y Rubi. El doble duelo entre Huesca y Espanyol en el curso 18-19 se saldó con triunfo perico por 0-2 en El Alcoraz y empate a uno en el RCDE Stadium. Después, los senderos de unos y otros se bifurcaron hasta el partido de este sábado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, un enorme desafío.

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