La línea medular de la SD Huesca cobra forma

La confección de la plantilla de la SD Huesca, todavía en una fase inicial, presenta un aspecto más definido en el centro del campo que estará a las órdenes del futuro técnico. Frente a las carencias todavía presentes en los laterales o los interiores, la línea de contención y creación puede ser la primera en cerrarse o, al menos, en convertirse en la más nutrida del nuevo proyecto. A los nombres de Mikel Rico, Jaime Seoane, Kelechi Nwakali, David Ferreiro, Joaquín Muñoz y Borja García se pueden sumar pronto los de Cristian Salvador, Pedro Mosquera, Juan Carlos Real y Sergio Gómez.

Una amplia paleta de colores para el entrenador que está por venir, la prioridad en este momento. De manera paralela se avanza en la llegada de nuevos nombres y en la renovación de Mosquera y Juan Carlos, dos situaciones en las que se está invirtiendo un tiempo mayor del esperado a la espera de la respuesta afirmativa o no de los dos gallegos. Con ellos se cerraría el cupo de continuidades puesto que, de entre los que terminan contrato el 30 de junio ya se sabe que no seguirán Shinji Okazaki, Pedro López, Eugeni Valderrama, Luisinho Correia y Gastón Silva.

De los que han actuado cedidos, el nombre más accesible para un proyecto azulgrana en Segunda División es el de Sergio Gómez. El polivalente futbolista catalán, que pertenece al Borussia Dortmund, está a la espera de alguna propuesta de Primera División y en una situación similar a la del pasado verano. Entonces, ni siquiera se incorporó a la concentración alpina de los alemanes, con los que le queda un año más de vinculación. De recalar de nuevo en El Alcoraz lo haría ya en propiedad tras dos cursos, entre Segunda y Primera, en los que ha jugado 68 encuentros y ha marcado un gol.

El club también confía en terminar de cerrar la llegada del pivote zamorano Cristian Salvador en la que sería la primera novedad del verano azulgrana. De 26 años, se ha curtido en el Sporting de Gijón, a donde llegó hace cinco temporadas para sumarse a su filial y, en ese mismo curso, dar el salto al primer equipo. Lo hizo con Rubi, uno de las opciones vinculadas al banquillo del Huesca, y en Primera División. Su protagonismo ha sido menor este último ejercicio, con 12 encuentros en el campeonato regular y dos en la Copa del Rey, pero se le tiene por uno de los centrocampistas más completos de la categoría de plata.

Con ellos, la suma de talento y experiencia que deben conformar una demarcación de garantías. Mikel Rico y Jaime Seoane han sido relevantes en la máxima categoría y han de serlo también en el futuro más próximo. El vizcaíno jugará su sexto año en Segunda y fue el único futbolista que participó en todos los encuentros de la 19-20 a las órdenes de Míchel Sánchez y con el ascenso y campeonato como hitos. Por su parte, Seoane dispondrá de la ocasión de brillar como no lo hizo hace dos temporadas, cuando salió cedido al Lugo, y si no cristaliza el interés de alguno de los clubes que siguen sus pasos.

El nigeriano Kelechi Nwakali ha regresado de su cesión en el Alcorcón reconvertido en un jugador más maduro y ha dado muestras de lo que puede llegar a ser en un club que luchará por el regreso a Primera. De modo análogo, Joaquín Muñoz ha sumado minutos de calidad en el Málaga y acompañará a David Ferreiro y a Borja García en responsabilidades de ataque a la espera de más refuerzos.