La SD Huesca, en busca de un entrenador con ilustres predecesores en Segunda

La hoja de ruta del nuevo proyecto de la SD Huesca en Segunda División tiene marcado como primer punto la búsqueda de un nuevo entrenador que responda a un perfil concreto: dinámico, conocedor de la categoría y por tanto de los resortes que se han de toca para aspirar al regreso a Primera. Que tenga gusto por el buen trato de balón y también domine los aspectos menos vistosos del juego, esos que dan muchos puntos en una liga de dificultad endiablada. Personalidad. El club azulgrana trabaja de manera callada en la sala de máquinas para tratar de alcanzar un acuerdo en los próximos días con la persona escogida para regir la nueva plantilla, que contará con una notable base del curso pasado en Primera División.

Unos rasgos que han presentado los últimos inquilinos del banquillo de El Alcoraz en los dos escalones del fútbol profesional. El gen motivador de Pacheta. La continuidad de un modelo de juego con Míchel Sánchez. Francisco Rodríguez y su fe inquebrantable. Rubi como epítome del fútbol moderno. A todos ellos se suma el viejo zorro Anquela. Se pueden tomar varios de estos aspectos para laborar un retrato robot del próximo técnico del Huesca. Además, con el aval que da la experiencia de los últimos cursos en Segunda División y un bagaje que roza la máxima nota: un ‘play off’ y dos ascensos en los tres últimos pasos por LaLiga Smartbank.

Anquela, Rubi y Míchel Sánchez fueron los responsables de cada una de las temporadas: la 16-17, la 17-18 y la 19-20, respectivamente. Tres ejemplos de acierto en la elección de la dirección deportiva y tres formas de entender el juego diferentes, en algunos puntos, hasta contrapuestos. En el último lustro, el club azulgrana se ha convertido en un club potente de la máxima categoría, y solo en el último caso contaba con un presupuesto que se podía calibrar como uno de los más elevados. Con Anquela se dio un salto impensable y con Rubi se consiguió una gesta replicada dos años después por el equipo de Míchel Sánchez.

El preparador jienense ha dirigido al Huesca en dos etapas bien diferenciadas. La primera, en el segundo tramo de la 2004-05 para reconducir la situación y evitar el descenso a Tercera. Una década después se le volvió a llamar en el lugar de Luis García Tevenet. En la 15-16, Anquela aterrizó a tiempo para obtener la permanencia en la categoría de plata. Al año siguiente se produjo una explosión impensada. De la mano de un grupo de futbolistas entre los que brillaba el talento de Samu Saiz, una gran segunda vuelta brindó a los azulgranas la sexta plaza y la llave del ‘play off’. Les cerró el paso a Primera el Getafe de José Bordalás. Anquela, en la actualidad en el Getafe, dejó una impronta que seguiría después Rubi.

La salida de Anquela dio paso a la llegada de Joan Francesc Ferrer, Rubi, en el verano de 2017. Un proyecto todavía pequeño al que llegaron futbolistas que buscaban proyección en Europa, Chimy Ávila y Cucho Hernández, más el empuje de Gonzalo Melero para dar forma a una plantilla bajo el mando de un entrenador meticuloso y con método que ya había pasado por clubes del fuste de Girona, Valladolid, Levante o Sporting.

El rendimiento de aquel Huesca rebasó las expectativas más optimistas y el registro de la temporada anterior. Terminó en la segunda plaza, por detrás del Rayo Vallecano de Míchel Sánchez, y la noche del 21 de mayo de 2018 en Lugo ocupa un lugar muy destacado en la historia del club.

Míchel fue el candidato claro después del descenso de 2019 y de que Francisco Rodríguez no aceptase la oferta de renovación. Tenía el aval de su trabajo en el Rayo y se puso al frente de un equipo nuevo casi por completo y que fue creciendo de manera ralentizada tras el estallido de la Operación Oikos. La temporada empezó bien y mostró a un equipo potente en El Alcoraz desde el comienzo y con más dudas a domicilio. Tras los tres meses de parón forzoso por la pandemia regresó un Huesca de físico poderoso que se terminó haciendo con el título de Segunda División. En Primera, el madrileño no obtuvo resultados acordes con las sensaciones que arrojó el equipo en el tramo inicial y fue cesado en enero.

Tras el adiós de Pacheta comunicado al Huesca el pasado martes, la entidad ya ha recibido ofrecimientos para ocupar un banquillo cotizado. De los nombres titulares en los últimos años, tres siguen en activo en la categoría de plata con Rubi en el Almería, Francisco en el Girona y Anquela en el Alcorcón. La Segunda no es ajena al relevo generacional que protagonizan otros nombres como los de Rubén Albés (Lugo, 36 años), Andoni Iraola (Rayo Vallecano, 38 años) o José Alberto López (Mirandés, 39 años).

La temporada no ha terminado ni tampoco el baile de banquillos en Primera, con una plaza todavía vacante en el Granada para la que incluso ha sonado Pacheta. Los también recién descendidos Valladolid y Eibar buscan entrenado después de las respectivas salidas de Sergio González y José Luis Mendilibar. El puzzle de los 22 equipos se empezará a mover con más celeridad en cuanto termine la disputa del ‘play off’ de ascenso, el fin de semana del 20 de junio.

Este nuevo entrenador se encontrará una base de futbolistas del curso pasado en la que aún figuran piezas codiciadas por clubes de élite como Javi Galán, Álvaro Fernández o Sandro Ramírez. Una diferencia notable con respecto al último descenso y la obligación de partir casi de cero, cuando Míchel además se encontró con un calendario ralentizado por el impacto de la Oikos en la llegada de nuevos futbolistas. Ahora se quieren pasos firmes y meditados.