La SD Huesca afronta ante el Athletic la primera de sus tres últimas finales

Ganar para seguir en la lucha, ganar para espantar las dudas, ganar para mandar una señal unívoca de que la SD Huesca está más que decidida a quedarse en Primera División. Los azulgranas afrontan este miércoles en El Alcoraz ante el Athletic (20.00) la primera de sus tres últimas finales, la que precede a la visita al Betis del domingo y al recibimiento al Valencia justo una semana después en el cierre de la temporada. Su objetivo es más que claro, acudir a esa cita vivos en la pelea por la permanencia y si es dependiendo de si mismos mejor que mejor. Para ello, derrotar a los bilbaínos se antoja imprescindible.

El duelo llega con el tropiezo del sábado pasado ante Cádiz muy reciente en las retinas. El 2-1 en el Ramón de Carranza, marcado por dos errores defensivos y en el que la imagen no fue la mejor, supuso toda una oportunidad perdida. A tenor del resto de resultados que se dieron durante el fin de semana, la victoria, e incluso el empate, hubiese permitido a los oscenses salir del descenso. Ahora las cuentas son las mismas. Los hombres de Pacheta son muy conscientes de ello y por eso han hecho propósito de enmienda. Cien veces se han caído esta temporada y otras tantas se han levantado. Jorge Pulido, ya dejó claro el lunes cómo hay que afrontar el reto con el Athletic, "con valentía, ilusión y ambición".

El capitán es uno de los dos hombres que recupera Pacheta con respecto al desplazamiento a tierras gaditanas. El otro es el centrocampista Jaime Seoane. Ambos cumplieron el sábado sanción y ahora apuntan a recuperar su habitual sitio en el once.

No se espera que el técnico trastoque demasiado sus habituales planteamientos. Desde su llegada en enero ha ido conformando una guardia pretoriana y en ella confía. Así, lo que presente seguramente sea algo muy parecido a lo propuesto en la victoria contra la Real Sociedad (1-0), único oasis a lo largo de las últimas cinco jornadas en las que se han sufrido cuatro marcadores adversos que paradójicamente no han dañado las opciones de los oscenses de mantenerse en la élite gracias a las dificultades para puntuar que están encontrando sus compañeros en el vagón de cola de la clasificación. La principal duda estaría en la defensa. Con Siovas y Pulido con plaza fija, ante la ausencia de Insua, única baja significativa, además de las de Luisinho y Eugeni, el otro hueco en la líneas de tres centrales se lo disputan Gastón Silva y Vavro.

El Athletic se presentará sin prácticamente alicientes. Las matemáticas le dan aún opciones de entrar en Europa, con nueve puntos por jugarse tienen la séptima plaza a seis, pero ni su propio entrenador, Marcelino García, confía en lograrlo. La temporada de los vizcaínos incluye el título de la Supercopa y las dos finales de Copa del Rey perdidas. En la Liga, en lo que va de 2021 solo han caído en tres ocasiones. Su problema para alcanzar cotas más altas en la tabla, a pesar de ganar a conjuntos como el Sevilla y el Atlético de Madrid, ha sido sus muchos empates, diez, el último el sábado con Osasuna (2-2).

En El Alcoraz Marcelino se presentará acompañado por 17 jugadores y con ocho ausencias, alguna de calado, como la de Muniain. La idea es seguir dando minutos a los jóvenes cachorros, a promesas como Villalibre, Sancet y Morcillo.

Hace dos campañas, tras la jornada 35, los azulgranas sumaban los mismos puntos que ahora, 30. La diferencia es que entonces la salvación estaba a siete y en este momento, a uno. Falta el esprint final y en el Huesca está más que vivo.