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El Ramón de Carranza, todo un reto para la SD Huesca
Los azulgranas nunca han ganado a domicilio al Cádiz, rival al que visitan el próximo sábado.
Tampoco es que hayan coincidido en demasiadas ocasiones, sus trayectorias han transcurrido por distintos derroteros, pero lo cierto es que en las pocas veces en las que se han tenido que ver las caras en partido oficial la SD Huesca no ha sido capaz de superar a domicilio a su próximo rival, el Cádiz, al que visitará el sábado, 8 de mayo, a partir de las 18.30 en el Ramón de Carranza dentro de la jornada 34. Será un encuentro que los azulgranas comenzarán a preparar el martes tras guardar dos días de descanso que mide a dos recién ascendidos con situaciones muy diferentes cuando al calendario ya solo le queda cuatro hojas por arrancar. Los gaditanos, acomodados con cuarenta puntos en la 12ª posición, perseguirán atar la permanencia matemática, algo que de hecho ya podrían tener en la mano en el momento del pitido inicial si antes el Elche y el Alavés han perdido. Para los azulgranas, a un punto de la salvación, el choque representa la posibilidad de salir del descenso, un impulso muy importante, pero no definitivo.
El balance general del Huesca en tierras gaditanas es de tres empates y dos derrotas, todos los casos con la Segunda División como escenario salvo un precedente en la Copa del Rey, el primero de todos, que se desarrolló en la campaña 1990-91. Fue dentro de la cuarta ronda, por entonces, los de amarillo militaban en Primera División y los oscenses, en 2ªB. La ida en El Alcoraz se había cerrado con un 0-0 y en la vuelta el resultado se cerró con 1-1. Aragón adelantó a los locales en el 41’ y Toa igualo para los visitantes en el 86’. Para dilucidar el campeón de la eliminatoria hubo una prórroga de treinta minutos que no solucionó nada y finalmente fue necesaria una tanda de penaltis que se concluyó con un 5-4.
El Cádiz y el Huesca ya no volverían a verse las caras hasta la 2009-10, la segunda de los altoaragoneses en la categoría de plata. El careo fue dentro de la jornada veinte y en él no hubo goles. Al final del curso, los andaluces, recién ascendido, regresaron a Segunda B, mientras que los altoaragoneses fueron 13º.
En la 2016-17 el duelo se enmarcó en la jornada 13. A ella el Huesca llegaba quinto y el Cádiz, 16º. Ortuño, en el 52’, fue el verdugo de los de Anquela. Al final, los de amarillo serían quintos y los oscenses, sextos, aunque ninguno de los dos pasaría del primer cruce del ‘play off’, lo que hizo que un curso después se volviesen a encontrar. El viaje a Cádiz entonces fue en la jornada 32. Los azulgranas, rumbo hacia su primer salto a Primera, atravesaban por un bache del que supieron salir más adelante. Acumulaban cinco encuentros sin ganar que acabarían siendo ocho. En el Ramón de Carranza, aunque Chimy Ávila adelantó a los visitantes en el 36’, Servando estableció el definitivo 1-1 en el 51’.
El último cruce en la Tacita de Plata fue ya la temporada pasada en la jornada nueve. Dentro de un partido igualado, pero que se desarrolló según el gusto del Cádiz, Lozano aprovechó un error visitante para conseguir en el 55’ un 1-0 que ya no se movió.
Más allá de los encuentros en el Ramón de Carranza, el antecedente más cercano es el de la jornada 2 de la campaña en curso celebrado en El Alcoraz. Allí, los de Álvaro Cervera castigaron a los de Míchel Sánchez con su primer tropiezo en el regreso a la élite, un 0-2 que llevó las firmas de Negredo en el 10’ y de Pombo en el 83’.
Como local, no obstante, el Cádiz no está siendo un rival temible. Es el antepenúltimo peor equipo en su campo con solo 17 puntos sumados, uno menos que el Huesca. Solo ha ganado cuatro veces, ha empatado cinco y perdido ocho.
