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La SD Huesca, ante un nuevo cara a cara contra un rival directo

Tras salir del descenso, los azulgranas tienen el próximo domingo en su visita al Alavés la opción de poner tierra de por medio con la zona baja.

Los jugadores de la SD Huesca celebran su triunfo ante el Elche.
Los jugadores de la SD Huesca celebran su triunfo ante el Elche.
Rafael Gobantes

Dos victorias y un empate en tres partidos en los que solo ha recibido un gol y que le han impulsado fuera de los puestos de descenso por primera vez tras 23 jornadas. La SD Huesca atraviesa por su mejor momento de la temporada, tiene el viento de cola y toda la intención de aprovecharlo. La victoria del viernes pasado por 3-1 ante el Elche, el conjunto que marcaba la salvación, le permitió asomar la cabeza fuera del pozo y el próximo domingo en la visita al Alavés se le presenta la oportunidad de poner tierra de por medio. Los azulgranas cierran la jornada en la 16º plaza empatados con el Valladolid a 27 puntos, uno más que su último contrincante, que queda por debajo de la línea roja, dos más que su próximo rival y cuatro de ventaja, con el nuevo colista, el Eibar.

La tanda de encuentros que concluirá el lunes con el Celta-Sevilla correspondía a la 30ª estación del calendario, la del próximo domingo será la 33ª. No es que por el camino hayan desaparecido dos jornadas sino que La Liga decidió adelantar diez días el grueso de los partidos, previstos en un principio para el 28 de abril, despejando así una fecha en la que se deben dilucidar las semifinales de la Liga de Campeones. La modificación hizo que los oscenses, que entre las visitas al Barcelona y al Atlético de Madrid tenían que cruzarse con tres conjuntos de los tercios medio y bajo de la clasificación, viesen alargado ese segmento del curso sobre el papel benigno a cuatro compromisos. Ya empataron a cero con Osasuna y superaron al Levante (0-2), además de al Elche. La racha no tiene parangón en la actual campaña y si vuelven a ganar será la primera vez que consiguen tres triunfos de una tacada en Primera División. En su anterior experiencia en la élite lo más que lograron fueron dos. A un 4-0 con el Valladolid le siguió un 0-2 frente al Girona.

Curiosamente en aquel ejercicio, su mejor sucesión de partidos sin perder arrancó en la jornada 30. Fueron seis con cinco empates y solo un triunfo y se cortó con el 2-6 ante el Valencia que decretó el descenso. Entonces, a estas alturas los de Francisco eran colistas a siete puntos de la salvación con 23 sumados, cuatro menos que ahora los de Pacheta.

El domingo será una tarde de emociones. Se han establecido cuatro franjas horarias y en cada una se desarrollarán simultáneamente dos partidos. El Huesca-Alavés coincidirá a partir de las 16.15 con el Atlético de Madrid-Eibar. Antes, a las 14.00 se habrá celebrado el Osasuna-Elche, mientras que a las 21.00, el Getafe, con solo tres puntos más que los oscenses, recibirá al Real Madrid. El Valladolid visita al Athletic, pero no lo hará hasta el 28 de abril. Ese emparejamiento y el Barcelona-Granada son los únicos en los que se ha respetado la planificación original al tener que disputar los vascos y los catalanes el próximo sábado la final de la Copa del Rey. Al duelo entre el Huesca y los babazorros se le suman otros tres entre conjuntos de la zona baja y el podio de la Liga, y otro en el que Osasuna puede alejarse de forma definitiva del peligro del descenso.

Calleja y el Alavés

En Mendizorroza, Pacheta y los suyos se cruzarán con un Alavés que trata de recuperar el tono competitivo tras su segundo relevo en el banquillo. A Machín le sucedió Abelardo y a éste Javi Calleja que se estrenó el sábado firmando tablas sin goles con el Athletic. En lo que va de 2021 los vitorianos solo han conseguido seis puntos. No ganan desde que hace más de dos meses festejaron un 1-0 con el Valladolid. Una de las primeras decisiones tomadas por el nuevo técnico ha sido la de devolver la titularidad a Lucas Pérez, jugador clave para los babazorros, pero que había quedado apartado en las jornadas anteriores.

La trayectoria reciente del Huesca anima al optimismo, aunque conviene mantener los pies en el suelo. La pelea ni mucho menos se acaba el domingo, pero, de obtener un buen resultado, el puñetazo en la mesa será fuerte.

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