El balón parado, una sangría para la SD Huesca

Corría el minuto 53, el Levante botó un córner, tras varios rebotes y sin que nadie acertase a rematar el balón llegó a los pies de Melero y el exazulgrana no falló para firmar el que acabaría siendo el definitivo 1-1. El gol del empate del martes, el noveno de la temporada, llegó una vez más a balón parado, ese tipo de acción en la que la colocación, la concentración y la rapidez de reflejos es fundamental y que viene suponiendo desde el principio del curso toda una sangría para el conjunto de Míchel Sánchez. De las 23 dianas que han recibido la SD Huesca, once han sido en acciones de penalti, saque de falta y córner.

Diez puntos que en el momento de recibir el golpe estaban en su poder han volado de este modo. Aunque sea un completo ejercicio de ficción en el que no entran en juego otro tipo de problemas y variables que también viene arrastrando, la cifra da una buena idea de lo que implica el problema. Con ellos estaría mirando a los puestos europeos en la clasificación y no echando cuentas con la salvación como horizonte

El desglose es de cuatro penas máximas, cinco saques de esquina y dos faltas encajados. La laguna está suponiendo todo un lastre que enturbia la buena labor defensiva en otro tipo de situaciones. De los quince rivales a los que se ha enfrentado el Huesca en la Liga, trece han logrado superar a Andrés o Álvaro y de ellos solo cinco lo han hecho con el juego en marcha: el Cádiz, el Real Madrid, el Sevilla, la Real Sociedad y el Granada.

El goteo viene siendo constante desde la primera jornada. En Villarreal, Gerard Moreno no desaprovechó un penalti para evitar la sorpresa y rescatar para los de amarillo un punto tras el tanto inicial de Pablo Maffeo. Dos semanas después en Mestalla Wass puso por delante al Valencia con una falta lateral que acabó en la red. Posteriormente Siovas consiguió el 1-1 evitando que los azulgranas regresasen de vacío a pesar de su gran partido.

Contra el Atlético de Madrid y el Elche los marcadores fueron de 0-0, pero tras el primer parón volvió a reaparecer el mal. El Valladolid se vio con un 0-2 en El Alcoraz gracias a un córner finalizado por Bruno y a una pena máxima en la que a Waldo no le tembló el pie. A continuación, Mir y Sandro anularon la ventaja para cerrar el careo con un 2-2.

En Anoeta, a pesar de la buena primera parte visitante, Oyarzabal no perdonó desde los once metros antes de llegar al descanso. El choque acabaría con un 4-1. Frente al Eibar un cabezazo de Mir en un centro milimétrico de Pedro López permitió dejar sin efecto el tanto anterior de Esteban Burgos en un córner.

En el Sadar. David García aprovechó en el minuto 69 un saque de esquina para que Osasuna redujese a unas tablas lo que podría haber sido una victoria azulgrana tras la madrugadora diana de Sandro a los cinco minutos. Con el Granada, día en el que se produjo el relevo en la portería de Álvaro por Andrés que sigue vigente, Germán Sánchez apareció en una falta lateral para culminar cuando ya se llegaba al añadido la reacción iniciada por Jorge Molina dos minutos antes y acabar de transformar un 1-3 en un doloroso 3-3.

En el desplazamiento a San Mamés, en el último precedente hasta el careo con el Levante, cuando el partido parecía encarrilado hacia un 0-0, un penalti de Pulido sobre Kodro facilitó que el delantero del Athletic lograse el 1-0 en el 86’. En un córner posterior Unai Núñez festejó el 2-0.

En el otro lado del campo, es decir, en la meta de los rivales, el Huesca ha logrado marcar a balón parado tres veces. El tanto de Siovas contra los ches fue en un córner, el de Sandro ante el Valladolid nada más entrar en el campo tuvo su origen un saque de falta y el de Ontiveros con el Levante, en un penalti, el primero a favor de toda la temporada. Los réditos podrían haber sido mayores. Solo en lo que a los saques de esquina se refiere, ha lanzado 63, diez de ellos el martes con los que apenas generó peligro.