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Míchel sigue buscando la tecla de la victoria para la SD Huesca

El técnico azulgrana probó ante el Sevilla con un rombo en el centro del campo. Se contuvo al rival hasta el final, pero no se puntuó

Estadio Alcoraz.Partido SD Huesca Real Valladolid / 18-10-2020 / Foto Rafael Gobantes [[[FOTOGRAFOS]]]
Míchel Sánchez, en un lance del partido con el Real Valladolid.
Rafael Gobantes

El estilo está claro y es innegociable, ser protagonistas, marcar el ritmo del partido. Es el fútbol que Míchel Sánchez busca y que el club ha querido imprimir en el equipo desde la temporada pasada. Sirvió para lograr el ascenso y el campeonato de Segunda División y se sigue confiando en que es útil para conseguir la permanencia. Sin embargo, tras once jornadas la primera victoria aún no ha llegado y la SD Huesca ha caído hasta la última plaza de la tabla distanciándose a tres puntos de la salvación. Se compite, pero no se gana y ello a pesar de que el técnico, cuya continuidad empieza a verse comprometida, busca y rebusca la forma de hacerlo.

La última vuelta de tuerca el sábado en el 0-1 ante el Sevilla fue el uso de un rombo en el centro del campo. Mosquera ocupó el vértice más cercano a la defensa y Mikel Rico, el más adelantado. Por la izquierda quedó Borja García y por la derecha, Seoane. La intención, según el técnico reconoció, era “meter más piernas dentro por la capacidad del rival de ir de lado a lado”. Es decir, resguardarse del dominio que los de Lopetegui se esperaba que iban a ejercer y que así hicieron. El 70% de la posesión fue para los andaluces, que de todos modos no generaron una gran cantidad de ocasiones. Sandro pudo haber adelantado a los azulgranas, no lo hizo y en el tramo final, con el choque más abierto, En Nesyri no falló la suya.

El equipo arrancó el curso en Villarreal (1-1) con una disposición continuista respecto al ejercicio anterior. Es decir, Mosquera como ancla con Rico y Juan Carlos por delante, Ferreiro en una banda, Mir, en la otra aunque cayendo hacia el centro y Okazaki en la punta.

Una lesión muscular de Rico hizo que ante el Cádiz (0-2) su sustituto fuese Eugeni, nada más se tocó. Una semana después, con el vasco aún como baja, su hueco en la visita al Valencia (1-1) lo ocupó Seoane, aunque para formar un novedoso doble pivote con Mosquera que dejó muy buenas sensaciones.

De cara al siguiente compromiso, se probó con otra variante que también salió bien, un trivote en el que a los dos excanteranos del Real Madrid se les unió el ya recuperado Mikel Rico para conservar el 0-0 inicial en el recibimiento al Atlético de Madrid.

La apuesta fue efímera y en el desplazamiento a Elche se volvió a la casilla de salida aunque con Borja García ejerciendo ya las funciones que anteriormente desempeñaba Juan Carlos. El dominio azulgrana en el Martínez Valero fue total, pero faltó el gol (0-0).

A la vuelta del primer parón en la liga para el cruce con el Valladolid la nueva propuesta incluyó dos extremos puros, Ontiveros y Ferreiro, para acompañar a Mosquera, Borja García y Seoane (2-2). Después, para hacer frente a la Real Sociedad la disposición táctica elegida fue un 4-4-2 con el Mosquera y Seoane en el medio, Ferreiro y Borja García en los costados, y Sandro y Mir en el ataque.

Algo que se repetiría posteriormente en los 1-1 con el Eibar y Osasuna con la única modificación de Rico, una vez superada la covid-19, por Seoane. De hecho, hasta el duelo con el Sevilla solo había habido una salvedad. La visita al Real Madrid (4-1). En ella, la medular fue para Mosquera, Nwakali, Sergio Gómez, Ontiveros y Borja García.

De cara a la cita con el Granada del domingo (14.00) es de esperar que vuelvan a producirse retoques en la sala de máquinas. Salvo la duda de Doumbia, los once centrocampistas con los que cuenta Míchel están disponibles.

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