Dos goleadas que desnudan a la SD Huesca

Eran dos visitas consecutivas y ante dos conjuntos de grandes dimensiones, el actual líder de la liga y el vigente campeón. Dos ascensiones a puertos de primera categoría con, en principio, poco que perder y mucho que ganar, pero que han desnudado, especialmente en la parcela defensiva, a un equipo que se vio zarandeado tanto ante la Real Sociedad como frente al Real Madrid. Los dos mismos partidos resueltos con un 4-1 en contra situados con varias jornadas de diferencia entre uno y otro habrían sido considerados tropiezos esperables, puestos de seguido, aunque los marcadores siguen entrando dentro de la lógica, resultan dolorosos por la necesidad de resultados positivos con la que se llegaba a ellos y por la premura por mejorar que generan. Tras ocho encuentros, la SD Huesca sigue sin sumar su primera victoria y ha caído en puestos de descenso.

Frente a los donostiarras, equipo que viene firmando en cada una de sus actuaciones ligueras una goleada, la última ayer un 1-4 al Celta, los azulgranas fueron capaces de reaccionar al primer golpe, pero se desdibujaron tras el 2-1. Al Real Madrid, el sábado pasado, lo tutearon durante más de media hora. Justo hasta que una genialidad de Hazard, una de las pocas que se le han visto desde que viste de blanco, desniveló el marcador y el choque. Tras el golpe, los de Míchel, a los que les faltó más intensidad, como ellos mismos reconocieron, se diluyeron aún a pesar del gol de Ferreiro que supuso el 3-1.

Con anterioridad, el Huesca había sido capaz de plantar cara a rivales llamados a pelear en la zona noble empatando en todos los casos. Ni el Villarreal, ni el Valencia, ni el Atlético de Madrid doblegaron a los oscenses. De ahí que se esperaba que se pudiese repetir la gesta al menos en uno de los dos desplazamientos.

Nada más lejos de la realidad. Las citas con la Real Sociedad y el Real Madrid han servido como lupa de aumento al problema que venían arrastrando los de El Alcoraz para dominar en las áreas y que le impide por el momento conocer el sabor de la victoria.

Hasta el parón por los compromisos de selecciones posterior a la jornada cinco, el Huesca había encajado cuatro goles. Dos le había marcado el Cádiz en su 0-2, otro el Villarreal (1-1) y otro el Valencia (1-1). En cambio, con el Atlético de Madrid no se pasó del 0-0 al igual que con el Elche. Después, en la reanudación de la competición llegó el 2-2 con el Valladolid, un marcador extraño. Los pucelanos, que tiraron tres veces a puerta en todo el partido se adelantaron con un 0-2. Después los locales igualaron rápidamente e incluso tuvieron opciones de haber logrado el 3-2.

La media de disparos recibidos en esos seis primeros partidos fue de siete. El Elche ni siquiera llegó a tirar entre los tres palos y el Atlético de Madrid, a pesar de intentarlo once veces, solo encontró la puerta en una ocasión. El Huesca, como le gusta a Míchel y como viene practicando desde la campaña pasada en Segunda División, se defendía teniendo el balón y también sabía sufrir cuando éste no obraba en su poder impidiendo que los rivales se sintiesen cómodos.

En las dos últimas jornadas, Andrés ha visto como se percutía sobre su posición un promedio de 12,5 veces. La Real realizó trece tiros, seis de ellos enfocados a la línea de gol, y el Real Madrid, doce, la mitad entre los tres palos. La efectividad de sus contrincantes ha aumentado, más allá de la calidad individual o del estado de forma, porque las facilidades dadas han sido mayores.

En ambos compromisos, Míchel ha movido el equipo en busca de soluciones. Sin embargo, el rendimiento mostrado por refuerzos como Borja García, Ontiveros y Maffeo no ha sido el esperado y también se ha echado en falta a los ausentes Mikel Rico, Pedro López y Okazaki.

Te puede interesar

El vestuario de la SD Huesca ya habla de “final” de cara a la visita del Eibar

Míchel: “En cinco minutos muy malos hemos perdido el partido”