El guardameta Andrés Fernández y el centrocampista ofensivo Sergio Gómez se convierten en los dos primeros refuerzos de la SD Huesca para la Primera División. El primero, de 33 años, llega tras rescindir su vinculación con el Villarreal y firma hasta 2023, mientras que el segundo, de 19, volverá a estar cedido por el Dortmund con opción de compra. Dos jugadores conocidos para incrementar la competitividad del plantel, que este miércoles se mide al Alavés en Vitoria (19.00, Aragón TV) en el segundo amistoso de esta pretemporada.

Se trataba de dos objetivos claros desde que se regresó a la élite. Andrés Fernández completará una portería que ya contaba con Álvaro Fernández y Antonio Valera después de que Rubén Yáñez haya retornado a la disciplina del Getafe. Cumple con los requisitos: está versado en Primera División y conoce la idiosincrasia azulgrana después de su primera etapa hace una década, cuando llegó cedido por Osasuna y se alzó con el trofeo Zamora al portero menos goleado de Segunda División. Y la continuidad de Sergio también se había perseguido; el Huesca y el Dortmund consideran la próxima campaña como el ecosistema ideal para que se siga convirtiendo en un futbolista relevante.

Ambos se han sometido este martes a los reconocimientos médicos y previos a ponerse de inmediato a las órdenes del técnico Míchel Sánchez. Andrés se suma así para el puesto a Álvaro y Valera. También el serbio Aleksandar Jovanovic se encuentra entrenando con la primera plantilla a la espera de que se le encuentre destino. Por su parte, Sergio Gómez reforzará las posibilidades de ataque de los oscenses, que solo contaba como futbolista de banda con David Ferreiro. La pasada campaña Míchel le utilizó de forma más habitual por la derecha. Participó en 36 de las 42 jornadas, lo que explica también la determinación de la dirección deportiva por volver a contar con sus servicios.

Andrés Fernández encontró en Huesca el trampolín que lanzaría su carrera hasta el infinito. Y eso que empezó el curso 2010-11 como suplente de Jesús Cabrero. Se hizo con la titularidad en la séptima jornada, en un Xerez-Huesca (1-3) y ya no la perdería. Encajó 26 goles en 31 partidos, con actuaciones para el recuerdo y para lograr una permanencia muy holgada. De regreso a Osasuna, la lesión de Asier Riesgo y su extraordinario rendimiento en el primer partido del curso le hicieron abrirse paso en la élite. Sería el portero de los navarros durante tres campañas, una etapa cerrada con el descenso a Segunda.

El siguiente hito en su carrera le llevó al Oporto en la 2014-15. Solo disputó un choque a las órdenes de Julen Lopetegui y de regreso a España fue cedido al Granada, donde volvió a mostrarse a su más alto nivel. El Villarreal se hizo con sus servicios en el verano de 2016. Su mejor temporada fue la primera y después perdió protagonismo en los tres cursos siguientes por culpa en parte de una grave lesión en la 17-18. Ha compaginado Liga, Copa y Europa League y le restaba un año de contrato con el ‘submarino amarillo’. Ya no acudió al ‘stage’ de pretemporada Alicante.

Tampoco había encontrado su sitio en el Dortmund Sergio Gómez, que no había acudido con los alemanes a la concentración que llevaban a cabo en Suiza pese a haber renovado hasta 2022. Con el empeño de la dirección deportiva en su vuelta como una de las prioridades del primer tramo del mercado, el Borussia ha entendido que se trataba de la mejor fórmula para que el catalán siga quemando etapas y se reserva una opción de recompra futura y de porcentaje de beneficio en el caso de venta; esta vez, en Primera División. Regresará a un vestuario que conoce al dedillo y empapado como Andrés Fernández de la filosofía azulgrana.