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La plenitud física, objetivo de la SD Huesca en una pretemporada atípica

El objetivo del cuerpo técnico será que el equipo azulgrana llegue en el mejor estado de forma al inicio de la Liga. Por delante, un exigente mes.

Pulido, este martes, durante las pruebas médicas.
Pulido, este martes, durante las pruebas médicas.
SD Huesca

La SD Huesca perfila la vuelta a los entrenamientos con varias premisas claras. La principal, llegar al fin de semana del 12 y 13 de septiembre, cuando está programado el comienzo de la Primera División, en plenitud física. A pesar de las extraordinarias circunstancias y con unos plazos muy distintos a los habituales, el cuerpo técnico se muestra esperanzado en que así sea y para ello ha diseñado un plan que arrancará este viernes 14 de agosto y del que ya se conocen los dos primeros amistosos, contra el Espanyol y el Alavés, a falta de al menos dos más y de que se termine de cerrar la semana de concentración en Benasque.

Míchel Sánchez volverá a encabezar el cuerpo técnico que ha devuelto a los azulgranas a la máxima categoría y uno de sus hombres de confianza es el preparador físico, David Porcel, responsable de que las piernas obedezcan a la cabeza. Todavía rodeados por circunstancias atípicas, tratan de adaptarse a las demandas de la nueva normalidad como ya hicieron durante la vuelta del fútbol con el mejor de los resultados posibles. “Hasta que acabe la covid-19, que esperemos que sea lo antes posible, esto es un máster. Son situaciones que nunca se plantean, toca seguir adaptándonos y cambiar lo de años anteriores te da incertidumbre y también riqueza”, valora.

Porcel encuentra “cosas buenas y malas”. Entre las segundas figura el “poco descanso” después de tres semanas de vacaciones, un periodo inusualmente breve si se compara con el de otros veranos. Así, se ha ‘obligado’ a los futbolistas a “no hacer nada” durante 14 días y sí se les encomendó un plan de trabajo para los días previos a su regreso a la capital oscense. “Para el jugador es tan importante el descanso como entrenar. Dos semanas sin hacer nada es un plazo más que suficiente que nos va a permitir iniciar la pretemporada en un peldaño más alto. A nivel condicional y físico se pierde un poco menos”, continúa Porcel.

Otra de las ventajas de inicio residirá en contar con futbolistas que ya se conocen entre sí y tienen asumidos los métodos de Míchel y el resto del cuerpo técnico, lo que permitirá “que el que venga se meta en la rueda lo antes posible”. Se barajaba la fecha del jueves 13 para arrancar el trabajo sobre el césped y se retrasa al viernes a fin de que no haya solapamientos con las pruebas médicas que se realizan desde este martes por la tarde en la clínica del doctor Fernando Sarasa (exploración física, prueba de esfuerzo y estudio EMG) y “estén todos en las mismas condiciones de descanso. Lo razonable es que el jueves se terminen de perfilar los exámenes físicos para empezar todos juntos al día siguiente”.

A los jugadores, 17 del primer equipo y ocho canteranos, les esperan “muchas dobles sesiones para empezar, nueve o diez por semana seguro con un día de descanso” y a expensas de concretar dos partidos amistosos más. Un método que ya se implantó el pasado verano aunque en condiciones distintas, pues el bloque comenzó con muy pocos de los efectivos que finalmente iniciaron la campaña a las órdenes de Míchel. Será una pretemporada asimétrica para los 20 clubes de Primera División, lo que puede marcar de qué manera comience el año para una SD Huesca que considera importante llegar en plenitud de condiciones.

“Equipos que han descansado menos pueden empezar bien y después pagarlo. Son cosas que influyen. Las circunstancias hacen que te enfrentes a equipos con diferentes ritmos de partidos, aplazamientos…”, analiza Porcel, para quien “va a ser bastante importante tener una plantilla con recursos. Las convocatorias de 23 jugadores y los cinco cambios nos pueden venir bien, benefician a plantillas con buenos jugadores y perjudican a las que sean cortas”.

El aspecto mental seguirá pesando como lo hizo durante los meses de junio y julio. Entonces, los azulgranas no tenían la certeza de “cuál sería el rendimiento” pero intuyeron el éxito desde “un trabajo espectacular de los jugadores durante el confinamiento y a la vuelta”, con escaso descanso entre partido y partido y el tope de cinco compromisos disputados en un lapso de 13 días. “Ya hubiera querido los seis días de descanso entre Málaga y Mirandés para el tramo final. Todos hemos tenido una acumulación muy alta. Salió bien como podía haberlo hecho mal”, recuerda Porcel, que espera que los azulgranas lleguen “bien, bastante mejor que otras pretemporadas”.

A los primeros cinco o seis días de trabajo seguirá una jornada de descanso y el sábado 22, el amistoso con el Espanyol. La cita con Benasque será “importante” puesto que “se necesita pasar tiempo de convivencia para conocernos más. Esperemos que para entonces haya ya incorporaciones”, concluye el preparados físico.

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