Una vez conseguido el ascenso, el que era el gran objetivo, ¿qué balance se realiza en la Sociedad Deportiva Huesca de la temporada?

Ha sido un año duro muy marcado por el verano pasado y la Operación Oikos, que por fortuna, aunque aún no esté del todo resuelto, se ha ido aclarando. Estuvimos saliendo todos los días en los medios de comunicación por temas no deportivos y eso dificultó la captación de jugadores. De todos modos, a partir de agosto empezaron a llegar futbolistas importantes y eso sirvió para que se viera que el nuestro era un proyecto serio y que viniesen más. Luego la liga empezó bien y nos hemos mantenido en los primeros puestos hasta el final dentro de la campaña más igualada de los últimos años.

¿Qué importancia tiene el regreso a Primera División a nivel institucional?

El ascenso nos permite acelerar los proyectos y las líneas estratégicas que queríamos seguir en los próximos años. Vamos a poder darle un empujón a asuntos como las obras de El Alcoraz y a la Base Aragonesa de Fútbol, para la que tenemos firmado un convenio con el Gobierno de Aragón y que se vio retrasada por la covid-19, pero que este año podría ponerse en marcha. Esas dos actuaciones son las dos patas del futuro del club, lo que tiene que ser, un equipo con una cantera muy fuerte con gente de Huesca y del resto de Aragón, y con una infraestructura propia importante para que cuando venga un jugador o un entrenador vean que están en un sitio con buenas perspectivas.

A diferencia de en 2018, esta vez la entidad ya no será una novata en la élite.

Tenemos la ventaja de que la estructura ya está formada. La primera temporada a nivel organizativo fue muy complicada. En un verano pasamos de diez a cuarenta empleados, hubo que crear departamentos nuevos y también nos tuvimos que ocupar de la reforma del estadio. Ahora vamos a poder planificar con más tranquilidad aunque con menos tiempo. El salto de una categoría a otra es grande. La anterior vez eramos novatos y cometimos errores, pero aprendimos cómo se deben hacer las cosas. Debemos dar un paso adelante como club y asentarnos entre los mejores.

¿Ya han empezado a calcular el presupuesto?

Tenemos que estudiarlo en los próximos días porque a La Liga ya habíamos mandado la previsión atendiendo a los marcos de Segunda División y ahora habrá que revisar todas las cifras. Lo que percibamos por los derechos de televisión, que es la principal partida, seguramente sea parecido a lo de hace dos temporadas.

¿Qué consideración le merece la plantilla?

Hemos tenido la suerte no solo de contar con buenos profesionales, sino con buenas personas. Una de las claves de la SD Huesca es que todos vamos de la mano y esto se vio perfectamente cuando durante el confinamiento hubo que plantear una reducción salarial. El equipo lo entendió y mostró toda su predisposición.

¿La continuidad de Míchel en el banquillo está garantizada?

Vino antes de que saltase la Operación Oikos y siempre ha mostrado su compromiso con nosotros. Tiene una temporada más de contrato y tanto él como todo el cuerpo técnico han realizado un fenomenal trabajo. Tenemos que sentarnos con él, valorar los diferentes aspectos y comenzar a planificar el futuro.

Las últimas jornadas se han disputado sin público, ¿hay ya algo previsto respecto a la campaña de abonados?

Aún no sabemos cuándo podrá volver la gente a los estadios aunque tal y como se ha estado moviendo La Liga está claro que iremos todos los clubes de la mano. Cuando lancemos la campaña habrá que ver qué es lo que podemos ofrecer a nuestros aficionados y qué alternativas se pueden articular para compensar el hecho de no estar presentes en los partidos.