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La SD Huesca supera al Alcorcón y da otro paso hacia el ascenso
Los azulgranas firmaron un trabajado 2-1 que hace que sigan dependiendo de si mismos a falta de tres jornadas.
A falta de tres jornadas para la conclusión de la temporada, la SD Huesca depende de si misma para lograr el ascenso directo gracias a la victoria de vital importancia firmada ante el Alcorcón. El 2-1 final le afianza en la segunda plaza de la clasificación y traspasa toda la presión a su rivales directos, el Real Zaragoza y el Almería, que de no ganar en sus compromisos del jueves verán como se alejan a tres y cuatro puntos de los azulgranas respectivamente.
Fue una actuación llena de oficio en la que hubo que saber sufrir, aprovechar las ocasiones que concedió el rival y mantener los nervios a raya. Para calibrar su relevancia, más allá del resultado o de su efecto en la clasificación, hay que tener también en cuenta la entidad del conjunto que había enfrente. El Alcorcón, que tras 19 desplazamientos consecutivos se mantenía invicto a domicilio, cayó por primera vez lejos de Santo Domingo. Los alfareros un equipo muy trabajado se presentaba con el anhelo de alcanzar la zona de ‘play off’ y durante muchos minutos lo puso muy difícil.
Cristo abrió el marcador y Okazaki rubricó el 2-1 cuando la primera parte moría. Entremedias, Sá tuvo que lamentar el 1-1.
El once azulgrana, con respecto al de la derrota con el Deportivo del domingo, presentó tres novedades que entraban dentro de lo esperable a tenor de las rotaciones que se vienen llevando a cabo. Los regresos fueron los de Pedro López y Galán a los laterales derecho e izquierdo, y el de Okazaki, a la punta del ataque enviando así al banco a Miguelón, Luisinho y Rafa Mir. Además, dentro de la alineación titular se mantuvo la apuesta por Cristo como centrocampista más ofensivo junto a los habituales Mosquera y Mikel Rico dejando por segunda jornada consecutiva fuera de inicio a Juan Carlos y Eugeni, los dos hombres que se han alternado en esa demarcación a lo largo del curso.
El Alcorcón fue fiel a su estilo desde el inicio. Bien plantado con un 5-4-1, su adelantada presión empujó a los locales hacia su área durante buena parte del primer periodo. Ante este panorama, la solución menos comprometida para tratar de ganar metros fue el pase hacia delante. Sin embargo, arriba Okazaki, bien marcado tuvo problemas para bajar el esférico al césped y aguantarlo hasta que llegasen sus compañeros.
Durante muchos minutos los papeles estuvieron intercambiados. Fue el Huesca el que aguardó atrás y los madrileños los que acosaron el área local. A los siete minutos a Arribas le fue anulado un gol por fuera de juego de Ernesto tras un disparo de Boateng que Álvaro había despejado y poco después Perea aceleró los corazones de los presentes con una jugada por alto.
La única manera de asomar la cabeza estaba claro que iba a ser igualar la intensidad y en una gran presión entre Okazaki y Cristo, éste acabó llegando a escasos centímetros de Dani Jiménez tras una mala cesión de Diéguez en la que se rondó el 1-0.
El canario había olido el tanto y cuando eso ocurre en un delantero con hambre como era el caso el peligroso para el que tenga delante se vuelve muy real. A los 21 minutos Ferreiro centró, Pulido la dejó con el pecho y Cristo remachó a la red.
El movimiento en el marcador no cambió el guión. Los alfareros, a sabiendas de que su receta hasta la fecha había sido infalible a domicilio, siguieron a lo suyo, endureciendo el juego e intentando sacar provecho de las jugadas a balón parado.
En un córner Perea, de nuevo, remató de forma franca, pero centrado y sin sorprender al cancerbero de los oscenses y, cuando ya se iba a parar el encuentro para la pausa de hidratación, se produjo el empate. En una mala salida los azulgranas perdieron el balón y al tratar de desviar el disparo de Mula, Josué Sá introdujo el cuero en la red.
El tiempo muerto posterior les vino bien a los locales, que en el tramo final del periodo por fin se hicieron con el control. Pudieron elaborar más en las inmediaciones de la meta de Dani Jiménez y al filo del descanso Mikel Rico centró desde la derecha, en el palo largo apareció la cabeza de Okazaki y el nipón festejó el 2-1.
Esta vez sí, el golpe afectó al Alcorcón, que obligado a ir hacia delante, agrietó su muro. El Huesca que se vio en el segundo acto fue un conjunto asentado que ante un rival noqueado mantuvo a grandes rasgos la calma. Además, desde el banquillo Míchel acertó con los cambios. El primer jugador sustituido fue Sergio Gómez que dejó su sitio a Mboula. Se intercambió técnica por velocidad en busca de matar el choque en una posible contra.
Los visitantes necesitaban reaccionar y por ello Fran Fernández llamó a filas a Stoichkov en un cambio ofensivo. Su ausencia del once, teniendo en cuenta que con 16 tantos es el principal artillero alfarero había sido una sorpresa y su entrada por Laure, un defensa, fue toda una declaración de intenciones a la que le fueron sucediendo en las siguientes sustituciones más jugadores ofensivos que paradójicamente no sirvieron para hacer al bloque amarillo más incisivo.
Los oscenses estaban bien plantados esperando los fallos de un oponente que tarde o temprano acababa cometiendo. Los automatismos mostrados anteriormente por el Alcorcón desaparecieron convirtiendo toda la incomodidad previa que había trasladado antes a sus anfitriones en placidez.
De cara a los últimos veinte minutos hicieron su aparición sobre el césped Mir y Eugeni que recogieron el testigo de los goleadores Okazaki y Cristo. El equipo se recompuso así del 4-2-3-1 anterior a un 4-5-1 para aguantar la acometida final del Alcorcón.
Una galopada de Mboula acabó en los pies de Mir dentro del área que forzó un saque de esquina, el propio ariete murciano volvió a saborear el gol, pero Dani Jiménez sacó a relucir sus reflejos para mantener las constantes vitales de los suyos. Previamente, Ferreiro había tenido una de las mejores oportunidades para conseguir el 3-1, un disparo desde fuera del área que se acarició el palo.
Para los últimos diez minutos Míchel echó mano de Datkovic y Luisinho acorazando aún más a su equipo con una defensa de tres centrales. No se quería sufrir como en otras ocasiones cuando el cronómetro ha ido tocando a su fin, pero eso fue imposible. En el 85, Sandaza batió a Álvaro, el VAR entró a revisar la acción y anuló la diana por mano y ya en el descuento tampoco subió al marcador un gol de Mir. La alegría al decretarse el final fue enorme con los jugadores y los técnicos saltando y abrazándose.
La victoria es un paso importante, pero quedan tres más. El sábado espera el Racing, después, el Numancia y para cerrar la temporada regular el Sporting.
Ficha técnica
SD Huesca: Álvaro, Pedro López, Pulido, Josué Sá, Galán, Mosquera (Datkovic, 80), Mikel Rico, Cristo (Mir, 70), Ferreiro (Luisinho, 80), Sergio Gómez (Mboula, 56) y Okazaki (Eugeni, 70).
AD Alcorcón: Dani Jiménez, Laure (Stoichkov, 60), David Fernández, Diéguez (Sosa, 68), Pomares (Sandaza, 78), Paris Adot (Reko, 78), Boateng, Luis Perea, Ernesto (Miakushko, 68), Arribas y Mula.
Árbitro: Arcediano Monescillo (comité castellano-manchego). Amonestó a los locales Galán (41) y Luisinho (91) y a los visitantes Ernesto (63), Perea (81). También mostró tarjeta amarilla a Míchel Sánchez.
Goles: 1-0, min. 21: Cristo. 1-1, min. 30: Josué Sá (pp). 2-1, min. 45: Okazaki.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 39 de Segunda División disputado en El Alcoraz sin público en cumplimiento de la normativa de seguridad sanitaria.
