97 días después, la SD Huesca recupera las ganas de morder el césped y los nervios previos a un partido de fútbol. Este viernes aguarda el Málaga en La Rosaleda (19.30, Vamos). Más de tres meses después de la última vez, los once escogidos por el técnico Míchel Sánchez defenderán los colores azul y grana en busca de tres puntos y, a más largo plazo, el regreso a Primera División. La nueva normalidad, sin embargo, modifica la liturgia habitual y acorta el periodo para conocer si el club logra el objetivo. También las convocatorias; la primera es de 24 jugadores y deberá haber un descarte.

Serán once jornadas en poco más de cinco semanas, a partido cada tres o cuatro días. Cambia buena parte del envoltorio y permanecen las constantes: ambición, calidad y gusto por el buen juego. Los oscenses tienen por delante varios desafíos. Ante todo, ser los de siempre en un escenario inédito. Más que los de siempre, los mejores. Para rebasar a sus rivales directos por el ascenso también deberán optimizar el rendimiento: que sea tan bueno como antaño en El Alcoraz y mejorar a domicilio. La primera ocasión es inmediata en una Rosaleda a la que se rendirá visita por primera vez. Sus gradas vacías pueden albergar a 30.000 espectadores que no sufrirán los azulgranas.

El viaje a la Costa del Sol, paradójicamente envuelto en lluvia y nubarrones, se ha desarrollado este jueves por la tarde con Cheick Doukouré y Kelechi Nwakali como novedades en la lista de 24 piezas. Con todos los futbolistas habituales disponibles, la SD Huesca puede suma a sus planes a los dos centrocampistas. El pivote costamarfileño regresa a una convocatoria 16 meses después de la grave lesión sufrida con la camiseta del Levante. Ya está a disposición de Míchel y el periodo de confinamiento y posteriores entrenamientos individuales y colectivos le ha fortalecido físicamente más si cabe. Nwakali comienza por su parte a integrarse en la dinámica de grupo. Luce el dorsal 28.

El resto de la citación es la esperada y Míchel Sánchez se lleva consigo a tres porteros: Álvaro, Rubén Yáñez y Antonio Valera. Los llamados a Málaga han acudido al aeropuerto de Huesca-Pirineos en sus vehículos particulares y, a lomos de un vuelo chárter, tenían previsto aterrizar en Málaga en torno a las 19.45. De ahí, y en dos autocares para cumplir con los preceptos sanitarios y de seguridad, se han desplazado al hotel de concentración, que no pueden abandonar hasta que se dirijan al estadio y que cuenta con una zona reservada con habitaciones individuales. Los oscenses regresarán a Huesca al término del encuentro.

Como representantes institucionales acuden el consejero delegado, Manolo Torres, y el director general, Josete Ortas, además del director deportivo, Rubén García. La nueva normalidad en el fútbol impone incluso el número de directivos que se pueden desplazar, y que tomarán buena nota del desarrollo del partido de cara a la puesta en marcha de los últimos detalles del estreno en El Alcoraz el jueves 18 de junio contra el Mirandés. De momento, mandan el presente y un Málaga que protege tres puntos necesarios para perseguir la estela de Cádiz, Real Zaragoza y Almería.

Alineaciones probables

Málaga CF: Munir; Cifuentes, Diego González, Lombán, Juankar, Luis Muñoz, Bare, Tete Morente, Juanpi, Adrián y Sadiku.

SD Huesca: Álvaro; Pedro López, Josué Sá, Pulido, Galán, Mosquera, Mikel Rico, Raba, Ferreiro, Cristo y Okazaki.

Árbitro: Moreno Aragón (Comité Madrileño).

Estadio: La Rosaleda (19.30, Vamos).