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El Alcoraz como refugio y modelo a seguir para la SD Huesca

La plantilla azulgrana ha vuelto a entrenarse este martes a puerta cerrada en su estadio a tres días del partido en La Rosaleda de Málaga.

Los azulgranas han trabajado este martes en su estadio a puerta cerrada.
Los azulgranas han trabajado este martes en su estadio a puerta cerrada.
La Liga

A 72 horas para el día D, la vuelta de la SD Huesca a la competición liguera, el equipo azulgrana se ha refugiado en El Alcoraz. Por segunda vez desde que se detuvo la liga, el cuadro de Míchel Sánchez ha regresado a su santuario para desarrollar un entrenamiento a puerta cerrada en el que ha seguido perfilando el primer once del retorno, el que se pondrá en liza este viernes en La Rosaleda de Málaga (19.30). Ya lo hizo el jueves pasado, volverá en la víspera del duelo y ha repetido este martes con otra sesión sin el foco de los medios informativos de LaLiga. El estadio donde han sumado 38 de los 50 puntos que atesoran y escenario de los partidos que se convierten en el modelo a seguir ahora que se difuminan las fronteras entre equipos locales y visitantes.

Al menos de momento, con los partidos a puerta cerrada en el tramo inicial del campeonato. Quizá el más decisivo, como han apuntado los futbolistas y técnicos en sus últimas alocuciones públicas. Primero se piensa en el Málaga y en el conjunto andaluz se enfocan todos los esfuerzos. Se atisba un partido repleto de incertidumbres al amparo de la nueva normativa que se pondrá en marcha en la Segunda División: convocatorias de 23 futbolistas, cinco cambios en tres tramos del choque, pausas para hidratación… y el eco de una Rosaleda con capacidad para 30.044 espectadores en la que sobresaldrán los sonidos de lo que suceda en los terrenos de juego y la zona técnica.

La SD Huesca se fija en los ejemplos de aquellos encuentros fuera de casa en los que rindió muy por encima del resultado final. Las primeras partes de Cádiz (1-0) o Elche (1-1) han sido a menudo invocadas como ejemplos de que el bagaje visitante, con 12 puntos obtenidos en 15 partidos y la segunda peor estadística de la liga. En Málaga se perseguirá el cuarto triunfo lejos del hogar después de los obtenidos en Las Palmas (0-1), Almendralejo (0-1) y Alcorcón (0-2), todos ellos en la primera vuelta. En lo que había transcurrido de segunda se había empatado con Elche y Real Oviedo (1-1) y caído de manera consecutiva con Ponferradina (3-1), Girona (1-0) y Rayo Vallecano (2-0).

Cuando el balón eche a rodar en Málaga habrán transcurrido 97 días desde el anterior partido oficial, con el Fuenlabrada en El Alcoraz y 110 desde la salida a Vallecas. Se abre un panorama repleto de incógnitas, precisamente, ante un rival tan irregular como peligroso, con la espada de Damocles de la desaparición pendiendo sobre su cabeza. A tres puntos del descenso, es sin embargo el equipo menos goleado de la categoría de plata, con 27 tantos en contra. También le cuesta hacer gol: los mismos 27 y el segundo peor registro de los 22 participantes, solo por detrás del Albacete que debe completar este miércoles su partido pendiente con el Rayo Vallecano.

El cuadro dirigido por Sergio Pellicer desde la tormentosa destitución en enero de Víctor Sánchez del Amo tras la difusión de un video con contenido íntimo, ha sumado 14 empates en 31 jornadas y ha perdido en menos ocasiones que la propia SD Huesca, nueve por las once de los de Míchel Sánchez. Solo les han derrotado en La Rosaleda los tres equipos que anteceden a los azulgranas en la clasificación: Real Zaragoza en el último duelo antes del parón (0-1), Almería (0-1) y Cádiz (1-2).

Los de Pellicer han dejado la portería a cero en once ocasiones, lo que no les ha bastado para abandonar el estado permanente de zozobra en un año clave para su supervivencia; se encuentra bajo administración judicial tras la salida de Abdullah Al Thani, investigado por utilizar presuntamente los bienes del Málaga para fines particulares y por adoptar acuerdos en el seno del consejo de administración que sólo a ellos les beneficiaban y en perjuicio de la economía del club.

El extremo Jordi Mboula ya dejó patente este lunes la ambición de la SD Huesca a escasos días de la vuelta: “Nuestro objetivo es subir directos y todos confiamos en la capacidad del equipo. Han sido unos meses extraños, en los que no sabíamos cómo se iban a desarrollar las cosas, pero al final es ya una realidad. Es un momento que esperábamos hace tiempo y tenemos muchas ganas de ver qué pasa”. Con ellos, un Shinji Okazaki que fue malaguista el pasado verano hasta que las limitaciones salariales derivaron a 18 el número de fichas profesionales y el delantero japonés puso rumbo a El Alcoraz.

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