La SD Huesca, con las viejas virtudes para el nuevo fútbol

La nueva realidad del fútbol, que se empezó a apuntar este sábado con la vuelta de la primera y segunda categorías alemanas, presenta todavía contornos difusos. Pese todo, los cuerpos técnicos de los clubes profesionales manejan una serie de constantes que resultarán clave en el desenlace de la Segunda División: la amplitud de plantilla, el tono físico y la mejor gestión posible de los recursos disponibles. En este sentido, la SD Huesca confía en responder a las exigencias que plantearán la acumulación de partidos, la presión por alcanzar el objetivo o la sombra alargada de la amenaza de lesiones, que se ha cobrado en Eugeni Valderrama su primera baja.

El técnico Míchel Sánchez ha manejado en las 31 jornadas que se interrumpieron abruptamente un grupo de futbolistas a los que deberá seguir sacando el mayor de los rendimientos en la contrarreloj de once partidos que definirá la suerte del equipo azulgrana. Y como se ha podido ver este fin de semana con el ejemplo de Alemania, el reinicio de la liga a mediados de junio tendrá puntos en común con lo que sucede en el comienzo ‘normal’ de una temporada: ritmo lento, veraniego y ventaja para aquellos clubes que atesoren experiencia y gol. La SD Huesca se mira en el espejo y se siente preparada.

27 jugadores han vestido la camiseta de listones azules y grana en lo que va de curso. Se les podría catalogar, de una manera reduccionista, en dos grupos: veteranos y jóvenes. En este sentido, Míchel ha tratado de sacar rédito del poso de los primeros y el impulso de los segundos. Sin que el rendimiento global se haya resentido por culpa de una mezcla desequilibrada. Pedro López (36 años), Luisinho y Mikel Rico (35), Okazaki (34), Ferreiro y Mosquera (32) han sido habituales en los planes del preparador del mismo modo que Sergio Gómez (19), Álvaro Fernández, Rafa Mir y Cristo (22) o Miguelón y Raba (24). En el término medio se ubican Pulido, Josué Sá, Juan Carlos o Eugeni.

A la espera del debut del ya recuperado Cheick Doukouré (27 años) y del empuje de Kelechi Nwakali (21), la paleta de colores de Míchel le permite introducir variantes que enriquezcan una idea de juego que, como ya anunció en su última comparecencia pública, apenas diferirá de la ya conocida con el buen trato del balón y el aliento ofensivo. Más que nunca, con partidos cada 72 horas, los futbolistas de la SD Huesca estarán expuestos a una dificultad añadida. En el reparto de minutos se lleva la palma Jorge Pulido (2.609), aunque es Mikel Rico el único futbolista que ha participado en todos los encuentros.

La posibilidad de que se realicen cinco sustituciones por partido abre otra vía inexplorada para los azulgranas, que de esta manera pueden sacar partido de las convocatorias de 23 futbolistas que establecerá el nuevo reglamento. La estadística ofrece datos llamativos, como el hecho de que Dani Raba solo haya jugado un partido completo de los 19 en los que ha participado o que en el caso de Juan Carlos Real estos sean solo siete. El jugador más veces sustituido es Sergio Gómez, en 14 ocasiones, y no ha sucedido hasta la fecha con Pulido, Luisinho, Miguelón y Kike Hermoso, todos ellos zagueros, además de con los porteros.

Otro de los factores que puede marcar diferencias en la vuelta de la Segunda División es la ‘democratización’ del gol que lucía la SD Huesca y que encarnan de manera ortodoxa los delanteros: Shinji Okazaki, pichichi con ocho dianas, llevó al parón en el mejor momento del curso con cuatro de ellas en los cuatro últimos duelos jugados. Le secundan en este rol Cristo González (3) y Rafa Mir (2) como arietes a la espera de que se mantenga e incremente el acierto de piezas como Mikel Rico (7), Juan Carlos (4) o Raba (3). Los azulgranas iniciarán este lunes la fase 3 de entrenamientos cada vez más cerca de que comience a darse respuesta a tantos planteamientos.