Semana de pruebas médicas y de entrenamiento en el exterior

El sábado fue la primera experiencia. Por fin, tras siete semanas pudieron salir a entrenar al exterior. Fueron cuarenta minutos de carrera continua que se compaginaron con una sesión conjunta mediante videoconferencia ya dentro de las cuatro paredes de sus casas; un plan de trabajo que en lo más esencial no variaría a lo largo de la actual semana a la espera de que probablemente el próximo lunes los jugadores de la SD Huesca puedan volver a pisar el césped del IES Pirámide, algo que no ocurre desde el 13 de marzo.

Después de más de mes y medio sin apenas hitos en la agenda de los futbolistas, ahora estos van a empezar a sucederse. El primero no es precisamente un partido, sino un test, el ya conocido PCR. Los azulgranas, tanto los miembros de la plantilla como todos aquellos que les rodean, desde cuerpo técnico hasta personal de utillaje o limpieza, se someterán el jueves, 7 de mayo, a esta prueba que determina la presencia o no del virus de la covid-19 en el cuerpo. Además, de forma complementaria, también pasarán diferentes exámenes médicos junto a analíticas, cuyo calendario se establecerá en la tarde de este lunes. La previsión es que los 24 hombres de los que dispone Míchel se encuentren en óptimas condiciones. Si alguno de ellos diese positivo en coronavirus, debería someterse a cuarentena.

La vuelta al Pirámide será con muchas precauciones y de manera muy distinta a la acostumbrada. El protocolo que han de seguir todos los conjuntos de la La Liga marca que en la fase de entrenamiento individual, los jugadores llegarán a las instalaciones del club en su vehículo particular y ya cambiados para realizar la serie de ejercicios que por la noche habrán recibido por vía telemática. Los mismos deberán desarrollarse con el mínimo posible de elementos técnicos, como vallas y conos, que deberán ser desinfectados. En un mismo campo de fútbol solo podrán coincidir seis jugadores, que deberán guardar las distancias de seguridad. Además, en el gimnasio solo podrá haber dos compañeros al mismo tiempo.

Al finalizar el entrenamiento, los futbolistas deberán volver a sus domicilios sin pasar por el vestuario y tras recoger una bolsa en la que le será suministrada la ropa de entrenamiento del día siguiente y en la que deberán devolver la ya empleada para ser lavada. El uso del fisioterapeuta será solo si es imprescindible y además siempre deberá ser el mismo.

El responsable de que se cumpla con todos los protocolos en la SD Huesca será Pedro Gracia, encargado de la seguridad y de la relación con los jugadores. Además, desde La Liga también habrá inspectores. Ya la semana pasada Gracia visitó el Pirámide junto a Fernando Sarasa, jefe de los servicios médicos, para ir preparando el regreso de los futbolistas y este mismo lunes el complejo está siendo desinfectado.

Hasta el momento, la plantilla altoaragonesa ha venido siguiendo el plan de entrenamientos diseñado por el preparador físico David Porcel y el readaptador Jordi Carracedo. Éste arrancó tras una primera semana de descanso activo en la que en el club se estuvo analizando la situación. Aunque se ha tratado que los ejercicios fuesen similares para todos, se han tenido también en cuenta las circunstancias de los domicilios de cada uno y los útiles que tenían a mano. A este respecto, se les facilitó material como las bicis estáticas.

La salida al exterior iniciada el sábado pasado va a permitir en un primer momento introducir carrera en distancias largas, algo hasta ahora imposible. Y el regreso posterior al terreno de juego facilitará que se puedan realizar esfuerzos mucho más adaptados al mundo del fútbol.

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Semana de pruebas y de ejercicio en el exterior para la SD Huesca