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La SD Huesca confía en alcanzar pronto un acuerdo de rebaja salarial con la plantilla
El club negocia con los capitanes desde la semana pasada teniendo en cuenta principalmente los escenarios que se abrirían si no se reanuda la liga o si lo hace a puerta cerrada.
Las circunstancias mandan y, al igual que otros clubes de Primera y Segunda División, la SD Huesca se encuentra negociando con su primera plantilla una rebaja salarial que adecue los emolumentos a la realidad que está trayendo consigo la pandemia de coronavirus. En las conversaciones iniciadas la semana pasada se están incluyendo varias opciones atendiendo a lo que pueda ocurrir en un futuro con la reanudación de la competición. Así, principalmente se contemplan diferentes medidas en función de si la liga ya no se pone en marcha o si ésta lo hace a puerta cerrada. En el caso de que pudiese haber público, la idea es que no sea necesario tocar nada o casi nada. Los contactos entre la directiva y los capitanes, Jorge Pulido y Mikel Rico, están siendo fluidos y todo podría quedar plasmado negro sobre blanco en el transcurso de los próximos días.
Desde el club se destaca la buena predisposición que están mostrando los jugadores, algo que Rafa Mir ya adelantó en sus declaraciones del pasado 1 de abril al afirmar que no creía que fuese "a haber problemas en acordar una reducción de salarios". A este respecto, el primer paso lo dio el club planteando el escenario que se abriría si el curso no se lleva a término y fue la propia plantilla la que trasladó posteriormente una propuesta en la que se muestra dispuesta a arrimar el hombro también si el panorama es el de jugar sin los aficionados en la grada.
Al igual que con los jugadores del primer equipo, que conforman el grueso de la masa salarial de la entidad, también está contemplado realizar disminuciones en las retribuciones tanto del cuerpo técnico como de la alta dirección. Uno de los objetivos es que no se vean afectados el resto de los empleados del club, que cuenta con 92 trabajadores, con acciones como un ERTE, medida que desde que se paralizó la competición no ha sido vista con buenos ojos en el seno de la entidad y que tampoco es apoyada desde el sindicato de jugadores, la AFE, que el pasado fin de semana mantuvo al respecto una reunión con representantes de todas las plantillas del fútbol profesional.
Aunque la sociedad deportiva luce un buen estado financiero, se debe tener en cuenta que ahora mismo sigue teniendo que hacer frente a una serie de gastos, mientras que parte de sus vías de ingreso han quedado cortadas. A ello se le añade la incertidumbre de lo que pueda ocurrir con aspectos como los abonos y los derechos de televisión, concepto del que todavía le queda por percibir unos 2,5 millones de euros, el 28% del total.
