Mikel Rico: “Lo más justo sería acabar de jugar la competición”

Los entrenamientos de los clubes del fútbol español se han trasladado a los hogares de los jugadores y para buscar sus declaraciones también se ha de recurrir a medidas inéditas. La SD Huesca realiza desde el lunes trabajo telemático y ha buscado a una de los pesos pesados del vestuario, Mikel Rico, para trasladar el sentir de la plantilla en torno a las cuestiones de actualidad. Sobre todo, a las hipótesis sobre las fechas y al día a día de unos futbolistas tan lejos tan afectados por la crisis sanitaria como el resto, ajenos a burbujas y torres de marfil. En casa, como todos.

El centrocampista vizcaíno asume la complejidad de la situación y, a su juicio, se debería termina la liga en las fechas en que sea posible. “Acabar en julio es una opción que se está barajando. Es verdad que es un mes en el que las temperaturas son altas pero lo más justo sería acabar cuando se pueda”, valora, y descarta la posibilidad de dejar la clasificación congelada en la jornada 31, la última, o con la foto fija de la primera vuelta. “Aquí cada uno mira por sus intereses. El que está en Primera en descenso dice que se acabe ya la Liga y el que ocupa ascenso en Segunda, igual. Lo más justo sería acabar la competición si puede ser, y sabemos que hay que anteponer la salud de todos”, añade Rico.

El jugador azulgrana ha respondido preguntas de periodistas y aficionados a la espera de que termine la fase de confinamiento y mientras siguen al dedillo las instrucciones vía telemática del cuerpo técnico. En este sentido, se considera un privilegiado puesto que “tengo un poco de parcela, con todas las herramientas que la SD Huesca nos ha facilitado y en contacto con David Porcel y Jorge Carracedo para mantenernos lo más en forma posible. Cuesta un poco hacer ejercicio en casa”.

Mikel Rico alude como planteamiento más complicado de todos estos días la incertidumbre que genera el desconocimiento, no saber cuándo volverá a rodar el balón ya que “vamos semana a semana, casi día a día para prepararnos a medida que tenemos noticias. Es lo más difícil de planificar”. De algún modo, es una situación similar a la que se vive cuando se sale de una lesión: “Normalmente los plazos de una lesión están marcados y se progresa poco a poco. Pero de algún modo esto es diferente, es una situación muy atípica”.

Los seguidores azulgranas enviaron a Mikel Rico cuestiones de índole personal; por ejemplo, si tiene alguna manía o ritual a la hora de saltar al terreno de juego: “Todos decimos que no pero todos tenemos. A mí me gusta hacer el tonto con los compañeros, intentar quitarme esa tensión, hacer activación, tocarme las dos espinilleras antes de ponérmelas y nada más”. Y se va unos cuantos kilómetros al sur para recordar el mejor momento de su carrera deportiva, “el ascenso con el Granada a Primera División. Es lo que más ha marcado deportivamente. Tengo otros buenos momentos, como el ascenso del Huesca o la Copa del Rey, el título de Supercopa y la Champions con el Athletic”.

Entre las preguntas formuladas figura también la búsqueda de consejos para evitar lesiones, algo que “no se puede evitar pero sí fortalecer esas zonas”. Su mejor amigo dentro del vestuario es Jorge Pulido, su gol más recordado con la elástica azulgrana, el que brindó la salvación en Balaídos contra el Celta en el ejercicio 2009-10. Para Rico, el mejor futbolista con el que ha jugado es el actual técnico del Mirandés, Andoni Iraola, y como rival salvando a los más evidentes, Frédéric Kanouté.

Vasco y, por tanto, buen comedor, Mikel Rico siempre ha cuidado su alimentación hasta el extremo como uno de los valores que explican su pujanza atlética con 35 años. “No soy muy estricto, cuando me pongo a rajatabla, me pongo”, señala, con el ‘pecado’ de la comida mexicana y el tiempo con la familia y los amigos como el mayor disfrute al margen del tan anhelado fútbol.