Varios nombres se han añadido a la mitología de la SD Huesca en los últimos años, elevados por los éxitos y el imparable crecimiento social de la entidad. Varios de ellos han marcado una huella indeleble y algunos han completado un rito de paso: alcanzar y superar el centenar de partidos con la camiseta azulgrana. El último en sumarse a esta imponente lista será el central Jorge Pulido, que cumplirá cien partido este sábado ante el Extremadura en El Alcoraz (16.00). El capitán ya ha ingresado por méritos propios en la historia del club, refrendado ahora por la estadística.

El manchego, de 28 años, encarna además uno de los rostros más reconocibles de un periodo extraordinario, el comprendido entre la temporada del ascenso, el paso por la Primera División y la campaña actual en la que se persigue el regreso a la élite. Jugador imprescindible para los entrenadores de este periodo y alma del entramado defensivo del cuadro azulgrana, igualará de esta manera a los otros dos compañeros del actual plantel que celebraron antes esta simbólica cifra: David Ferreiro y Mikel Rico.

“He tenido la suerte de venir aquí y de encontrarme a gusto”, ha señalado tras el entrenamiento de este jueves. Sobre todo, destaca la suerte de “jugar, es difícil ser importante todas las campañas y lo he conseguido”. El reto de marcar en esta celebración, además de ganar, “sería la leche, pero pienso más en el equipo”.

Son una centena, de momento, porque Pulido tiene contrato con la SD Huesca hasta junio de 2022. Aunque parezca una anacronía, el zaguero debutó desde el banquillo. Sucedió en la primera jornada de la temporada 2017-18. Había llegado aquel verano procedente del fútbol belga, del Sint-Truiden, y en Los Pajaritos Rubi optó por Carlos David y Jair Amador como pareja de centrales. La expulsión del primero de ellos dio paso a Pulido, que ya no se bajaría del once salvo causa de fuerza mayor. Es, precisamente, una de las situaciones que más recuerda. Disputó 39 choques, todos ellos de liga, y rubricó esta temporada con uno de los goles de la eterna noche de Lugo (0-2).

El frustrante paso por la Primera División tuvo en el manchego uno de sus valores seguros. Los cambios en defensa y la búsqueda de soluciones para tapar las hemorragias atrás tuvieron siempre la condición de que el jugador formado en la cantera del Atlético de Madrid formase parte del planteamiento del entrenador, ya fuese con defensa de cuatro o tres centrales, con Etxeita, Semedo, Insua, Mantovani o Diéguez. En enero de 2019 renovó por tres cursos más, y en el primero de ellos está volviendo a ser un baluarte que se ha partido la cara dos veces (literalmente) por ayudar a la SD Huesca. “Ojalá lleguen momentos mucho más bonitos que los que hemos vivido aquí”, zanja Pulido.

La historia reciente de la entidad está ribeteada por nombres que permanecen en el imaginario colectivo y se convirtieron en favoritos de la afición por rendimiento y carisma. Por encima de todos ellos, un Juanjo Camacho que detuvo su carrera en los inigualables 420 encuentros oficiales con la elástica azulgrana; Gonzalo Melero y Lluís Sastre, también centenarios, acompañaron a Pulido, Ferreiro y al zaragozano en el salto a Primera División. Un poco más atrás, nombres y apellidos muy frescos en la memoria: Roberto García, Joaquín Sorribas, Sebastián Corona, Luis Helguera, José Manuel Rodríguez, Rodri…

Para encontrar las cumbres más altas hay que retroceder algunas décadas. Juanjo Camacho permanece como la gran figura histórica de la SD Huesca y, en segundo lugar, el siempre recordado Javier Camarón con 371 choques. Los ocho siguientes de este top 10 son Luis Ausaberri (369), Arturo Estallo (354), Jesús Borbón (301), José Antonio Palacino (278), Justo Abián (268), Fernando Arnedillo (255), Serafín Ortega (251) y Valentín Samitier (239).