Juega todos los minutos, marca goles, da asistencias y es central. Jorge Pulido, capitán de la Sociedad Deportiva Huesca, ejerce como tal dentro y fuera del terreno de juego. Canaliza el deseo de la plantilla de prolongar la sólida imagen que se muestra en El Alcoraz, con el Real Oviedo como última víctima (3-1), fuera de casa con la oportunidad inmediata del próximo sábado en Fuenlabrada, sorprendente rival directo. Para ello, el manchego reclama la misma confianza que se luce en el feudo azulgrana para apuntalar las opciones de dominar la competición.

Pulido, que dio el pase del primer gol a Dani Raba con un pase largo preciso y precioso, antepone los intereses del bloque antes que el halago personal. “Estamos siendo bastante fuertes en casa esta liga, el Oviedo nos lo puso complicado con su gol pero el equipo se repuso con una gran segunda parte y eso se reflejó en el marcador”, ha valorado tras el entrenamiento de este domingo, en el que se ha ejercitado junto al resto de titulares en el gimnasio.

El zaguero entiende que “si se quiere hacer algo grande todo pasa por hacer buenos partidos en casa. La afición y el estadio que tenemos nos ayudan a eso, y ahora viene un encuentro crucial en Fuenlabrada. Tenemos que dar más la talla fuera de casa y esperamos sacar los tres puntos”. Raba, que hizo “bueno el pase”, es uno de los “grandes jugadores de la plantilla”, entre los que sobresale un Pulido al que incluso le toca ejercer de delantero cuando llegan mal dadas. “El míster nos exige con el balón y estamos bien atrás, y es la línea que vamos a seguir esta temporada”, añade.

El defensa, de 28 años, trata de dejar atrás unos problemas físicos que le acarrea el golpe que sufrió en Tenerife y que le privaron de alguna sesión de trabajo la pasada semana. Un alivio para Míchel, que le ha dado todos los minutos posibles junto a Kike Hermoso, Josué Sá y Datkovic. Pulido sirve para explicar, entre otros factores, por qué el Huesca es el conjunto menos goleado y se aupó el sábado a la segunda plaza provisional. “Tampoco miro mucho la clasificación, en casa somos fuertes y hay que seguir así, unidos. Coger esa racha fuera que nos dé impulso y confianza para seguir arriba”, añade.

En Fuenlabrada la exigencia será “máxima” puesto que a domicilio “no se están sacando los puntos que queremos y al ser un rival directo la importancia es grande. Sacar tres puntos nos dará confianza para seguir sumando y ojalá haya más partidos bonitos para disfrutar esta temporada”. El Huesca se adaptó a las exigencias que le planteó el Real Oviedo y, en las últimas jornadas, ha lucido una cintura más flexible en el aspecto táctico. Para Pulido, “estamos sometiendo a casi todos los rivales. El Tenerife nos quitó más el balón pero las ocasiones fueron nuestras. El rival juega muchas veces y no por eso se ha estado mal. Cada partido es un mundo y estoy convencido de que el equipo es superior a casi todos los rivales”.

En ese sentido, el vestuario acoge sin confianzas los halagos que suelen dedicarle los rivales de forma reiterada: “Algo estaremos haciendo bien. Al final, tenemos que seguir trabajando y defensivamente estamos bien porque desde el portero al delantero defendemos como rivales. No nos pueden debilitar los halagos, hay que trabajar todos los días para tratar de lograr algo bonito al final del año”, aguarda. Pulido, pieza clave de todos los cursos, quiere “jugar pero habrá minutos para todos. Que el que esté en el banquillo esté enchufado y me apriete para ser mejor en el día a día”.

Jorge Pulido anota que la victoria en Fuenlabrada se puede hallar a partir de “tener una pizca de suerte que ha faltado a veces. Fuera de casa en Segunda es más complicado. Quizá esa chispa de El Alcoraz, esa convicción de saber que vamos a ganar hay que creérsela fuera de casa. Si lo conseguimos en Fuenlabrada, seguramente veremos muchas más victorias del Huesca a domicilio”.