Cuando ya se ha cumplido un tercio de la competición, catorce jornadas, la SD Huesca marcha cuarta con 23 puntos, el último conseguido el sábado en el empate a cero ante el Tenerife. Todavía quedan por delante 28 citas ligueras, tiempo para que se vivan situaciones de todos los colores, pero, aún así, lo realizado hasta la fecha llama al optimismo con los pros superando a los contras, más si se tiene en cuenta que en el conjunto que dirige Míchel Sánchez se sigue vislumbrando margen para la mejora.

La proyección de puntos, aunque sea un referente que hay que coger con pinzas dado que las trayectorias rara vez suelen ser lineales, habla de que los azulgranas completarán el curso con 69, cosecha que en nueve de las últimas diez campañas fue suficiente para entrar en el ‘play off’, en algunas ocasiones de forma ajustada, y que en la 2013-14 incluso le valió al Deportivo para ascender de forma directa como segundo.

De los tres conjuntos con la vitola de recién descendidos y que, por lo tanto, al inicio del ejercicio se les otorgó un mayor favoritismo de cara a dar el salto a Primera, los oscenses han sido los más regulares. Solo en dos jornadas se han visto fuera de las seis primeras plazas, en la inaugural, en la que se ganó por 0-1 a Las Palmas, y en la sexta, en la que el Albacete asaltó El Alcoraz (1-0). Por contra el Rayo y el Girona, en el que incluso ya se ha vivido un cambio de entrenador con la salida de Unzué, apenas han pisado los puestos de honor y se han movido más bien por la zona media de la tabla.

Míchel se hizo cargo en verano de un equipo totalmente por hacer en el que solo cinco de sus componentes continúan respecto al curso pasado. Además, muchos de los refuerzos llegaron en el tramo final de la pretemporada e incluso con la competición en marcha. Tal fue el caso de Yáñez, Insua Doukouré, Datkovic, Josué Sá y Okazaki.

En total, el técnico madrileño, que está intentando dar la mayor cuota de protagonismo posible a cada una de sus piezas, ha empleado ya a 25 futbolistas, incluido Gallar, que tras la primera jornada salió rumbo a Girona. Pulido es el único que no se ha perdido ni un solo minuto y por contra solo faltan por estrenarse los lesionados Insua y Doukouré, y Valera, el tercer portero.

El técnico apostó de inicio por un 4-1-4-1 o 4-3-3 que en los últimos dos compromisos ha virado hacia un 4-2-3-1. De todos modos, dejando a un lado el dibujo táctico, el estilo ha sido desde un principio reconocible. La SD Huesca busca ser protagonista con el balón, dominar al contrario e impedir que ataque.

Fruto de ello, una de sus principales señas de identidad está siendo la solidez defensiva. Los altoaragoneses son el conjunto que menos goles ha encajado, nueve, y han dejado ya su portería a cero en siete ocasiones. Por contra, no le está resultando sencillo batir a sus rivales. A pesar de que, con 182 remates, son uno de los conjuntos que más veces disparan, solo en 14 ocasiones han introducido el balón en la red. Cuatro de sus siete triunfos se han saldado por 1-0 o 0-1 y lo mismo ocurre también con cuatro de sus cinco derrotas.

Uno de los aspectos a mejorar es el del rendimiento fuera de El Alcoraz. Mientras que el Huesca acumula en casa 16 puntos sobre 21 posibles, como visitante solo ha sumado siete.

Entre los nombres propios que han aparecido, al margen del de Pulido, también resaltan otros como el del guardameta Álvaro Fernández, que ha logrado ser internacional español sub 21, los de Juan Carlos y Okazaki, máximos goleadores con tres tantos cada uno, el de Mikel Rico, autor de cuatro asistencias, y el de Luisinho, que ha firmado veinte recuperaciones.

Sesión de recuperación a la vuelta de Tenerife

La SD Huesca regresó este domingo de Tenerife. Los azulgranas volaron de Canarias a Zaragoza y desde allí se desplazaron a la capital oscense donde entrenaron a puerta cerrada. La sesión fue de recuperación tras el esfuerzo del partido y el viaje, y en ella los que habían sido titulares en el Heliodoro Rodríguez López se quedaron en el gimnasio. 

Sobre el césped del Pirámide sí se ejercitaron el resto de jugadores, incluido Doukouré, que tocó balón y sigue poniéndose a tono tras el derrame que sufrió en su rodilla izquierda a mediados de septiembre, la misma en la que fue operado en febrero por una rotura de ligamentos. El grupo descansará el lunes y volverá al trabajo el martes a las 10.30 con la vista ya puesta en la visita del Oviedo a El Alcoraz del próximo sábado (16.00).

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