El botín que extrajo la Sociedad Deportiva Huesca del feudo del Extremadura (0-1) se mide en dos vertientes. La primera, la positiva, el final de una racha negativa de dos derrotas para recuperar el tono y sujetarse a la parte alta de la clasificación. La mala, que el triunfo no despejó todas las dudas que arrastra el conjunto de Míchel Sánchez. El gol de Juan Carlos no ocultó las carencias en ataque y en defensa volvió a sufrirse demasiado, con el meta Álvaro Fernández como héroe hasta en cuatro ocasiones.

La semana de tres encuentros, la primera que brinda el campeonato de Segunda División, arroja un balance desigual, con los traspiés ante Numancia y Albacete y las lesiones de Raba y Escriche, esta última pendiente de diagnóstico, como peores noticias. El valor emergente de Sergio Gómez o el gran estado de forma de Álvaro han sostenido a un Huesca que mejora en el capítulo defensivo y todavía ofrece dudas en el ofensivo. También en el conjunto general del juego; entregó la posesión al Extremadura y, sin balón, los azulgranas se encuentran incómodos.

Míchel buscó la pelota desde el primer minuto y, hasta el gol de Juan Carlos en el 21, la atesoró con la apuesta del gallego y Eugeni como volantes. Sin embargo, el fútbol directo y el arrojo de los extremeños se la arrebató y el partido, sin perder intensidad por parte de los dos contendientes, se convirtió en un carrusel peligroso para los aragoneses. El entrenador quiere marcar el tempo de los partidos y atacar de manera más ordenada de lo que se ha hecho en los tres últimos compromisos.

Al menos, en el Francisco de la Hera regresó el acierto. El Huesca tampoco logra cerrar los encuentros con un marcador favorable. Solo ha ganado por más de un tanto de diferencia al Deportivo (3-1). Cuando se adelanta el marcador, gana; ha sucedido en los triunfos ante Las Palmas, Dépor, Sporting y Extremadura. En cambio, no ha podido remontar a Almería, Numancia y Albacete.

Frente a los intentos del cuadro de Almendralejo surgieron la solidez defensiva en los balones aéreos y los guantes de Álvaro para sostener a la Sociedad Deportiva Huesca en los peores momentos. Sin balón, el cuadro azulgrana sufre para tapar las vías de acceso del rival. La posesión en el Francisco de la Hera fue del 46 %. Míchel sigue buscando la forma de que no aparezcan grietas en el centro del campo a la espera de que los jugadores que más tarde se incorporaron alcancen su pico físico y futbolístico.

La lesión de Raba en Soria, como los problemas físicos de Pedro López o la ausencia de Álvaro tras ser llamado por la selección sub 21, ha sido la primera exigencia a la que se ha sometido el nivel de la plantilla y Sergio Gómez ha ofrecido la respuesta. El mediapunta cedido por el Borussia Dortmund ha hecho frente a la exigencia con un nivel creciente. Dio la asistencia de gol a Juan Carlos y se ha encontrado cada vez más cómodo en la asociación. Ha jugado los dos partidos completos con Albacete y Extremadura y apunta a mantenerse en el once.

Okazaki también ha disputado un número creciente de minutos a la espera de terminar de integrarse en la dinámica azulgrana, y la lesión de Escriche merma las opciones de Míchel Sánchez de cara a la siguiente cita triple. Los tres próximos rivales, todos ellos de enjundia, calibrarán si el Huesca sigue creciendo o es precisamente este proceso el que merma sus opciones de triunfo. Girona, Cádiz y Málaga conforman un panorama temible. Los oscenses son quintos con 12 puntos y a cuatro puntos del ascenso directo. Por detrás de Almería (17 puntos) y Cádiz (16), que se enfrentan este fin de semana entre sí, y de Real Zaragoza (14) y Fuenlabrada (13), con el partido pendiente por disputar.