Mientras la Sociedad Deportiva Huesca permanece a la espera del dictamen de la FIFA al respecto del caso Ghoddos, el futbolista internacional iraní ha declarado a medios de comunicación que no firmó ningún contrato con el club azulgrana y que solo acudió a la capital oscense en agosto del año pasado como una manera de establecer una primera toma de contacto. Ghoddos terminó traspasado por el Östersunds sueco al Amiens francés pese a haber rubricado un acuerdo por cuatro temporadas, principal argumento del Huesca para elevar una denuncia al máximo organismo del fútbol internacional.

La resolución se hará pública en los próximos días y la SD Huesca contempla una compensación económica “importante” y sanciones para los dos clubes y el jugador, que podría incluso ser inhabilitado durante un periodo de tiempo. Ghoddos, en declaraciones a un periódico local de Östersund (Suecia), ha asegurado que no cuenta con “demasiada información” sobre la investigación en curso a pesar de que sus abogados se han ido poniendo en contacto durante todo este tiempo con los representantes jurídicos del club oscense encabezados por el actual consejero delegado, Manuel Torres.

El ariete insiste en que “no he hecho nada malo” y en que “se trata de una cuestión que se debe resolver entre los clubes”. El iraní alude a que “acudí a Huesca para conocer a la gente del club, pues estaban interesados en mí. Supongo que llegarían a un acuerdo con el Östersunds, pero es algo que desconozco y no firmé ningún contrato”.

El Huesca entiende que el motivo de que se rompiera el acuerdo residió en que el Östersunds prefirió alcanzarlo con el Amiens por ser más sustancioso en lo económico. El documento firmado de su puño y letra por Saman Ghoddos y por el entonces presidente y consejero delegado, Agustín Lasaosa, el 7 de agosto de 2018 contemplaba un contrato por cuatro años de duración. Además, el Huesca estaba dispuesto a pagar a los suecos tres millones de euros y hacerse con el 80 % de los derechos federativos, lo que le habría convertido al iraní, con pasaporte sueco, en el fichaje más caro de la historia de la entidad hasta ese momento.

Los aragoneses también aportaron como pruebas los correos electrónicos que se intercambiaron el director general, Josete Ortas, y el presidente del Östersunds, Daniel Kindberg, en los que se detallaban aspectos económicos de la negociación y el posterior acuerdo entre las partes. El Huesca aludió a que se trataba de un caso claro de duplicidad de contrato laboral y exigió una indemnización económica. Se espera que el desenlace, feliz para los intereses de la SD Huesca, se produzca en los próximos días.