El primer objetivo de la SD Huesca, la consolidación del equipo

El corazón invita a apuntar hacia cotas altas. Durante una temporada se ha estado en el Olimpo, se ha tratado de tú a tú a las deidades del fútbol español y la experiencia ha sabido a poco, se quiere más y cuanto antes. Sin embargo, la mente llama a la cautela, a tener paciencia, a pensar bien cada paso y asegurarlo antes de emprender el siguiente. En su temporada de regreso a la Segunda División, en la SD Huesca se aboga por la calma. El ascenso es un anhelo, pero la paciencia es la postura que se quiere transmitir desde todos sus estamentos. En el plano deportivo, el nuevo técnico Míchel Sánchez, ya expresó en su presentación que la meta es “ilusionar a la gente” y en el económico el planteamiento es el de repartir la ayuda al descenso, de unos diez millones de euros, en varios ejercicios para contar con un presupuesto competitivo durante las próximas campañas.

Los ejemplos de lo ocurrido a otros conjuntos que perdieron la categoría mueve a que no se quieran echar las campanas al vuelo. No obstante, y a falta de que concluya la actual Segunda División, que se adentra ya en el ‘play off’, desde que se instauró en la 2010-11 el sistema de competición con dos plazas de ascenso reservadas para los dos primeros y una tercera que se juegan en una promoción los cuatro siguientes, solo en seis casos alguno de los recién descendidos han regresado al curso siguiente a la élite. Aún es más, el Racing, en la 2012-13, y el Tenerife, en la 2010-11, acabaron despeñándose a Segunda B y el Almería, el Osasuna y el Mallorca le vieron las orejas al lobo. Si los dos primeros quedaron a solo un punto del fútbol de bronce en la 2015-16 y en la 2014-15, respectivamente, los baleares se salvaron por dos en la 2013-14.

De las 21 escuadras diferentes que se han visto en este tiempo en el trance de bajar desde Primera División, la de mayor bagaje es el Deportivo, con tres experiencias. En las dos primeras, 2011-12 y 2013-14, solo necesito de una campaña para volver a situarse entre los mejores, ambas veces de forma directa. Ahora, para repetir éxito, deberá recurrir al ‘play off’ después de que el sábado se asegurase la sexta plaza.

El número de peñas de la SD Huesca sigue creciendo

De conseguirlo, se convertiría en el segundo recién descendido que recupera la categoría en un año a través de la fase de eliminatorias después de que el Getafe ya lo lograse en la 2015-16. En aquella temporada el campeón fue el Levante, compañero de desdichas de los madrileños doce meses antes. Además, en la 2014-15 el Betis fue el primero y en la 2012-13 el Villarreal finalizó como subcampeón.

Al margen del Deportivo, también cayeron al fútbol de plata en 2018 el Málaga y Las Palmas. Los andaluces han acabado terceros y los canarios, 12º. Una temporada antes no consiguieron encarrilarse en la vía rápida ni el Osasuna, ni el Granada ni el Sporting. El éxito, en cambio, les ha llegado en la actual a los dos primeros, que ya se pueden considerar conjuntos de Primera División. De hecho, los navarros ya se vieron en la misma situación en 2016.

También tardaron dos cursos en recuperar la condición de ser uno de los veinte mejores de España el Valladolid, hasta que lo consiguió en 2012 (más adelante debería aguardar cuatro entre el 2014-15 y el 2017-18), el Almería en 2013, y el Rayo Vallecano, en 2018. El Sporting tuvo que esperar tres, desde la 2012-13 hasta la 2014-15.

De todos modos, a expensas de lo que ocurra en el ejercicio aún abierto, en el periodo estudiado solo existen tres precedentes en los que los tres recién descendidos se vieron anclados más de una campaña en Segunda División. Ocurrió en la 2017-18, en la 2015-16, y en la 2010-11, aún a pesar de que en todas ellas al menos uno de los implicados logró billete para el ‘play off’.

Las obras ya se dejan notar en El Alcoraz