"En la previa del Huesca-Nástic ya detectamos irregularidades"

El aragonés Iñaki Arbea, inspector de la Policía Nacional en excedencia, es el coordinador del área de Integridad de la La Liga, encargada de prevenir y detectar los amaños y las apuestas deportivas ilegales. Fue este departamento el que realizó la denuncia inicial acerca del 0-1 del duelo entre la SD Huesca y el Nástic de Tarragona de la temporada pasada que ha desembocado en la Operación Oikos, una supuesta trama de arreglos de partidos que ha golpeado de lleno al club azulgrana, que se mantiene a la espera de que la causa que le implica en el caso sea archivada, y que como primeras consecuencias ha dejado la dimisión del presidente Agustín Lasaosa y la decisión de apartar de sus funciones al doctor Juan Carlos Galindo, dos de los implicados.

¿Cómo se desarrolló toda la investigación de la La Liga?

En el área de Integridad tenemos desarrollado un sistema de alertas acerca de lo que sucede en los diferentes mercados de apuestas y a la vez contamos con una serie de analistas que los monitorizan. A través del acuerdo marco que mantenemos con la Policía Nacional, el año pasado presentamos 26 denuncias, una de ellas fue la del partido Huesca-Nástic.

¿Qué les hizo sospechar de este encuentro?

Previamente a que se celebrase ya notamos irregularidades en los mercados de apuestas que fuerona ascendiendo conforme se acercaba el inicio y durante la primera parte y el descanso, lo que hizo que finalmente saltase la alerta al tener indicios de que el duelo podía estar amañado para obtener dinero de forma ilicita.

Se habla de que lo pactado era empate a cero al descanso y victoria visitante al final.

Es el rasgo que se nos demostró en la alerta y lo que determinamos como indicio en el informe. Si se compara ese partido con otro de características similares, se observa que las cuotas se comportaron de forma muy diferente.

Monitorizan todo el fútbol español, ¿aún así, ponen la lupa especialmente sobre clubes o partidos concretos?

No, somos muy objetivos y estudiamos por igual todas las casas de apuestas y todos los eventos que aparecen en sus parrillas.

¿Cómo es la salud del fútbol español respecto al mundo de las apuestas?

Muy buena, pero siempre se encuentran interferencias de personas que quieren aprovecharse del fútbol y destruir los valores y la honorabilidad del campeonato.

¿Cuántas denuncias han realizado esta temporada?

Nueve y ninguna de ellas ha hecho referencia a partidos de Primera o Segunda División. El año pasado fueron 26 y la Policía Nacional realizó las operaciones Pizarro y Cortés que acabaron con 52 detenidos, la mayoría vinculados a la Segunda División B y a la Tercera División.

¿Es más fácil que los amaños se produzcan en el fútbol no profesional?

Está claro que en esas categorías es más sencillo que los grupos organizados encuentren peones.

¿Y cómo dan con ellos?

A través de la ambición de algunas personas por obtener dinero por diversos motivos. Con ellas contactan intermediarios que suelen ser exfutbolistas y que les ponen en contacto con el escalón superior de la trama, que es el que monta la apuesta.

Además de detectar, el área de Integridad también previene y forma.

Impartimos talleres a los equipos de Primera y Segunda, y también a otros de Segunda B y Tercera, además de al fútbol femenino y a las ligas nacionales de fútbol sala. A través de ellos, han recibido formación 5.500 futbolistas federados, incluidos lo de la SD Huesca con los que estuvimos tanto esta temporada como la pasada. En ellos les explicamos que no pueden realizar apuestas que atañan a la competición en la que participan; así lo obliga la Ley del Juego en su artículo seis y puede conllevar sanciones de hasta 100.000 euros. Otra cuestión es participar en la predeterminación de cualquier hecho que suceda como los córners, las tarjetas o los minutos de los goles. Para estos casos existen penas de hasta cuatro años de prisión. También prevenimos sobre las primas por ganar, los maletines.

¿Cómo ha vivido los últimos acontecimientos sucedidos alrededor de la SD Huesca?

Para mí, como aragonés, ha sido doloroso. Primero debo pensar en la presunción de inocencia, pero si al final hemos quitado del mundo del fútbol gente que no quiere que el fútbol sea limpio habrá valido la pena.